Colectivo Asco logra exposición en el museo LACMA


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Un grupo de artistas chicanos recibirá un homenaje de parte del museo que décadas atrás intervino con grafitos para crear una obra que es parte central de su historia.

Por E.J. TAMARA

La exhibición «Asco: La élite de lo obscuro. Una retrospectiva 1972-1987», el Museo de Arte del Condado de Los íngeles, LACMA por sus siglas en inglés, deja en claro el reconocimiento artí­stico que ahora goza el colectivo mexico-estadounidense.

Pero las cosas no fueron siempre así­. En 1972, uno de los integrantes de Asco, Harry Gamboa hijo, fue al LACMA y al darse cuenta que en su interior no habí­a arte mexico-estadounidense o mexicano, regresó por la noche con otros integrantes del colectivo, Gronk y Willie F. Herron III, para escribir sus nombres con grafitos en un muro del museo.

Este concepto de apropiación del museo, al escribir sus nombres, fue documentado a la mañana siguiente, cuando regresaron con otra integrante del grupo, Patssi Valdez, y tomaron una foto de ella apoyándose en el muro y viendo de costado, actuando como si fuera ajena al grafito.

La foto, conocida como «Spray Paint LACMA» o «Project Pie in De/Face» es una de las cerca de 150 piezas que se mostrarán a partir del domingo en el LACMA, que ahora califica a los artistas como «revolucionarios» del arte conceptual.

«Su arte es relevante porque vemos que la situación en la que ellos crecieron no ha cambiado mucho», dijo a The Associated Press la curadora del museo Rita González. «Cuando pintaron el LACMA hablaron sobre la falta de latinos en los museos. Esto es algo que todaví­a estamos enfrentado».

Usando medios como video, escultura, pintura, documentación de breves performances, collage, multimedia y fotos, los integrantes de Asco destacaron su ironí­a, irreverencia y postura alternativa, algunas veces opuesta, a temas como Hollywood, el muralismo mexicano y la Guerra de Vietnam. Su estilo también se caracteriza por resaltar sus raí­ces mexico-estadounidenses.

El arte de Asco combinó lo conceptual con lo polí­tico y el sentido de responsabilidad, de acuerdo con la historiadora de arte Shifra Goldman.

«La historia y eventos polí­ticos que les tocó vivir fueron el combustible que les hizo crear su tipo de arte, con un sentido de urgencia sobre situaciones como la Guerra de Vietnam y la justicia económica, que a su vez está relacionados con el Movimiento Chicano», explicó González. «La obra de Asco muestra la diversidad del arte que los chicanos están haciendo».

En muchas ocasiones sus obras mezclaron activismo y performance, como en «Estaciones de la cruz», de 1971, el primer performance documentado del grupo. La foto muestra a uno de los integrantes con un disfraz alusivo al Dí­a de los Muertos, cargando una gran cruz de cartón en medio de espectadores en el Este de Los íngeles.

La caminata de cerca de un kilómetro y medio buscaba convertir la tradición navideña de Las Posadas en una protesta contra la guerra. El «ví­a crucis» se dirigí­a a la oficina de reclutamiento de la Infanterí­a de Marina, donde Gamboa hijo, Gronk y Herrón realizaron una breve ceremonia y guardaron cinco minutos de silencio. Luego dejaron la cruz en la puerta y escaparon.

Debido a la naturaleza de contracorriente, peligrosa y a veces ilegal del colectivo, Asco no fue reconocido durante mucho tiempo. Más aún, en sus inicios mucha gente creí­a que sólo eran un rumor pues sus intervenciones y performances eran muy breves y vistos por pocos.

Su arte conceptual, hecho con materiales baratos, caseros y públicos, tampoco fue reconocido inmediatamente por la escena artí­stica dominante, de la cual el grupo se sintió marginado.

Su desencanto con Hollywood fue subrayado a través de su emblemático trabajo «No Movies», a través del cual criticaban la falta de artistas mexico-estadounidenses en el mundo del cine. El grupo plasmó este concepto tomando fotos de integrantes del grupo como si fueran tomas de una pelí­cula. Las fotos luego eran distribuidas a varios medios, incluyendo distribuidoras de cine, promoviendo pelí­culas que no existí­an.

Una de estas fotos es «Chicano Cinema», hecha por Gamboa hijo en 1976, que muestra un hombre «sangrando», entre una silla decorada artí­sticamente y un letrero con el nombre de la obra.

Este sarcasmo fue visto como desagradable por mucha gente. Algunas personas les decí­an que su obra les daba asco, por lo que los artistas pensaron que era un buen nombre para el colectivo. Pero «Asco» llegó a tener doble filo, pues también representa el sentir del grupo hacia sus temas de inspiración.

El arte que comenzaron a hacer en el Este de Los íngeles, cuando eran adolescentes a fines de la década de 1960, fue conociéndose poco a poco y después se integraron a un circuito artí­stico más amplio.

Ahora, el LACMA presenta obras de los integrantes más conocidos, Gamboa hijo, Gronk, Herron y Valdez, así­ como de otros como Teddy Sandoval y Jerry Dreva. La muestra, que también incluye piezas hechas ex profeso para la ocasión, fue organizada en conjunto con el Museo de Arte Williams College y termina el 4 de diciembre.