Mañana, a las 16 horas, en Casa Artesanas (2a. calle 2-28 zona 1), el colectivo «Alas de Minerva» ofrecerá una actividad cultural, con la participación de varios artistas en las ramas de fotografía, teatro, música, literatura, cine y algunas otras sorpresas más.
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El colectivo inicia así su primera actividad, con la cual esperan poder inagurar una serie de encuentros culturales entre jóvenes, que no sólo busquen un momento vacío de distracción, sino una incidencia real en la sociedad.
Es decir, buscan un arte integral; además, esperan que en próximas oportunidades se realicen también actividades sobre debate político, social y económico.
De acuerdo con Gerson Ortiz, uno de los integrantes de Colectivo «Alas de Minerva», la idea de formar esta agrupación surgió de un grupo estudiantes universitarios, con el objetivo de reunir y proyectar a través de diferentes expresiones artísticas (música, poesía, cuentos, teatro, fotografía, etc) las diversas perspectivas e inquietudes juveniles.
«El nombre del colectivo «Alas de Minerva» en homenaje a Minerva, una de las tres hermanas Mirabal que se opusieron combativamente a la dictadura de Rafael Leónidas Trujillo en República Dominicana, quien controló bajo un régimen dictatorial aquella nación durante tres décadas, y las cuales fueron brutalmente asesinadas por ese régimen», expresó el citado representante.
«Alas de Minerva» pretende además recuperar espacios y promover la generación, debate y propuestas con un enfoque juveniles, en temas no sólo culturales, si no, también políticos y sociales.
se leerán las propuestas literarias de algunos de los integrantes del «Colectivo Alas de Minerva»: He aquí una de ellas.
NADIE SUPO MíS DE í‰L
Arrastrando un costal lleno de silencio y soledad, aquel hombre de enorme estatura y de pocos y grises cabellos, abrió la apolillada puerta de la casa, se metió hasta la sala (no sin antes acomodar su costal en el jardín) y se sentó mudo sobre el viejo sofá que había fabricado Isidoro en sus años de juventud. Los niños, absortos se acercaron a observarlo, su estatura era colosal y sus largos y velludos brazos eran casi tan prolongados como sus piernas, tenía su oscura mirada perdida en la nada y una soledad casi mecánica. Antonio, el más pequeño y curioso de los niños, ante la mirada suspendida de todos preguntó quién era aquel extraño habitante?
Nadie ha dado respuesta a su pregunta y nadie ha querido sacarlo de ahí, porque aquel hombre solitario que llegó un día a este hogar, es espantosamente fantástico.
Réquiem