A partir de hoy serán sancionadas aquellas personas que porten un arma de fuego sin licencia, lo cual será castigado con prisión de ocho a diez años, según el Decreto 15-2009, que fue aprobado recientemente por el Congreso de la República.
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Según la Policía Nacional Civil (PNC), además serán sancionadas de diez a quince años de cárcel las personas que porten armas hechizas o de fabricación artesanal.
De acuerdo con las autoridades de la Policía, el problema de las armas constituía un gran flagelo, ya que cualquiera podía utilizar una pistola para quitarle la vida a otro; principalmente el narcotráfico y el crimen organizado.
Rémber Larios, director adjunto de la institución policíaca, informó esta mañana sobre la captura de dos personas por portar armas de forma ilegal; éstos fueron llevados a la Comisaría 16, ubicada en Mixco, manifestó.
Carmen Rosa de León Escribano, del Instituto de Enseñanza para el Desarrollo Sostenible (Iepades), dijo que la entrada en vigencia de la normativa permitirá los controles adecuados en la circulación y comercio ilícito de armas, «es un paso positivo para regular el control de armas y municiones», añadió.
Fernando Lucero, del Instituto Nacional de Ciencias Forenses (Inacif), indicó que en el año 2008 murieron más de 5 mil personas, la mayoría por arma de fuego, a nivel república.
En el informe de la institución se destaca que los meses más violentos fueron agosto, octubre, noviembre y diciembre.
Varias son las expectativas de diferentes sectores en relación al tema. Las organizaciones sociales no apuestan a que el número de homicidios disminuya, pero consideran «importante» que exista una legislación que permita regular el control de estos instrumentos bélicos.
Por otro lado, un porcentaje de la población no ve con buenos ojos esta medida, ya que afirman que desarmarán al ciudadano honrado y armarán al delincuente, «Fíjese que esto no trae ningún beneficio, en estos días uno tiene que estar armado, ahora van a desarmar a los ciudadanos honrados y a armar a los delincuentes que andan haciendo de la suyas», señala Roberto de León.
«Yo no estoy armada, pero mi esposo sí, ahora no se va a poder defender», dice Rosario de León.