La canciller estadounidense, Hillary Clinton, mantendrá el viernes en Ginebra su primer encuentro bilateral con su homólogo ruso, Serguei Lavrov, en plenos esfuerzos de Washington por mejorar las relaciones entre ambos países tras los desacuerdos en torno a Irán y el escudo antimisiles.
Esta reunión demostrará si el énfasis puesto por el presidente norteamericano Barack Obama en la diplomacia puede mejorar las relaciones entre Estados Unidos y Rusia, que empeoraron durante la presidencia de Geroge W. Bush.
«Se pueden esperar progresos en las relaciones, más flexibilidad mutua, pero no grandes avances. No habrá cambios decisivos, pero las partes están dispuestas a hacer concesiones», consideró Fiodor Lukianov, editor de la revista Russia in Global Affairs.
La reunión tiene lugar después de que Obama anunciase haber enviado una señal de apertura a Moscú en la forma de una carta confidencial al presidente ruso Dimitri Medvedev.
Esta carta provocó una avalancha de especulaciones después de que el diario New York Times afirmase que Obama había propuesto retirar el proyecto estadounidense de escudo antimisiles en Europa del Este a cambio de que Moscú utilizase su influencia con Irán para que deje de desarrollar armamento de largo alcance.
Tanto la Casa Blanca como el Kremlin negaron que se hubiese hecho tal propuesta y Medvedev afirmó que «no es productivo» vincular las dos cuestiones.
Obama negó que su carta propusiese ningún tipo de intercambio. «Hemos mantenido un buen diálogo con los rusos. Dije que necesitamos relanzar o renovar nuestra relación», afirmó.
Moscú se opone firmemente al proyecto estadounidense de instalar un sistema de defensa antimisiles en Polonia y República Checa, considerando que amenazan directamente a su seguridad a pesar de que Washington asegura que está dirigido contra Irán.
Por su parte, Washington desaprueba el apoyo de Moscú a Teherán, que incluye la construcción, ya completada, de una planta de energía nuclear en Irán y las reticencias a que el Consejo de Seguridad imponga más sanciones por el controvertido programa nuclear iraní.
Clinton aseguró que tratará en profundidad la cuestión del escudo antimisiles durante su reunión con Lavrov.
Otro tema importante en la agenda del encuentro será el Tratado de Reducción de Armas Estratégicas (START), un acuerdo de control de las armas nucleares que data de la época de la Guerra Fría y expira el próximo diciembre.
Las discusiones al respecto dieron escasos resultados durante la administración Bush y Clinton se ha comprometido ahora a acelerar la negociación.
El START, que limita el número de misiles y ojivas de cada parte, llevó a una enorme reducción de los arsenales nucleares de Rusia y Estados Unidos tras su firma en 1991.
El tratado incluye una cláusula que permite extenderlo cinco años con el acuerdo de ambas partes, pero Lavrov afirmó esta semana que Rusia prefiere un tratado completamente nuevo que lleve a mayores reducciones armamentistas.
Según Lavrov, su reunión con Clinton preparará el terreno para un próximo encuentro entre Obama y Medvedev, al margen de la cumbre del G20 en Londres en abril, informó la agencia de noticias Interfax.