Clausewitz, Ríos Montt y la Guerra de las Galaxias


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Comencemos esta cosa con hacer notar que hay escribidores que les gusta mucho usar en cada uno de sus escritos frases famosas, o no tan famosas, que nada tienen que ver con el tema o los temas que quieren tratar. Como en boca cerrada no entran moscas. Prefiero utilizarlas única y exclusivamente cuando se dan dos circunstancias; una que haya leído al menos un libro o la biografía del autor de la frase y dos, que realmente sea aplicable al tema que pienso tratar.

Héctor Luna Troccoli


Pues debido a ello me pasé buscando un viejo libro que se refiere al Comandante (lo fue de tres fuerzas militares), CARL VON CLAUSEWITZ, quien nació en Prusia el 1 de julio de 1780 (cerca del día del ejército fíjese usté) y que en aquella época dijo unas palabras sabias que presumo. Ni la conocen los políticos, ni los honorabilísimos magistrados, jueces, fiscales y menos los integrantes del glorioso ejército nacional aunque un amigo chafa me contó que lo estudiaban en las aulas militares de la EP y la cual se aplica como anillo al dedo a este intríngulis jurídico-político-militar-cívico y trascendente en que se ha convertido el juicio del generalísimo Ríos Montt.

 Pues resulta que Clausewitz, militar de carrera, no a la carrera como algunos, era hijo de un Pastor protestante pero su verdadera pasión fue la milicia y así estuvo en las tropas napoleónicas y fundó las academias militares de Alemania y Prusia, escribió libros militares y usó siempre el uniforme, entre otras cosas.

   Nuestro visionario chafa de antaño tuvo la idea más clara de lo que es la GUERRA cuando dijo “LA GUERRA ES LA CONTINUACIÓN DE LA POLÍTICA POR OTROS MEDIOS”. Mire usted que chispa la del militar. Sin imaginarse que aquí ocurriría una guerra asquerosa de 36 años donde particularmente el glorioso se llevó la mayor parte de los cadáveres y del dolor y el luto de miles y otro grupo no se hizo el baboso y mató a embajadores, periodistas e indígenas sin discriminación alguna todo por apoyar unos a los rojos (no del Municipal) y otros a los cremas (no de Comunicaciones) mientras nosotros poníamos los muertos.

    Por otros medios, continuamos con esa política de represión, contrarrepresión, insurgentes y contrainsurgentes, gringos y rusos, donde algunas figuras que en ese entonces eran de un bando como Gustavo Porras Castejón o el exvice y figura internacional Eduardo Stein siguen en la guerra pero del otro lado, en tanto avemilgua y otros de sus colegas y secuaces la hacen con la misma furia de entonces, solo que ahora, civilizadamente, en unos tribunales que dan más vueltas que un trompo y no saben si van o vienen.

   Las mentadas de madre de hace 36 años siguen tan campantes como el güisqui que todos conocen. El problema serio es que la paz se aleja cada vez más y  la polarización resurge incluso con protagonistas diferentes, algunos que en la guerra eran unos patojos mocosos y que ahora se ubican en una posición digamos que de “derecha”, en tanto los de la “izquierda” continúan igual que antes, en tanto los “centristas” se bambolean para uno u otro lado. Lo más interesante es que en los medios de comunicación escritos afloran, algunos con furia germánico-prusiana, defendiendo a algunos de los bandos y la incompetencia tribunalicia es puesta nuevamente a la vista de los guatemaltecos. Los politicastros siguen la guerra por otros medios como dijo Clausewitz que tenía más cerebro que muchos civiles y militares de ayer y hoy.

   La tristeza de 36 años no bastó y la guerra sigue por otros medios  en donde las pasiones se convierten en mayor desunión, para una sociedad que ya está fragmentada, dividida y sin un rumbo definido. La justicia-dicen- es “darle a cada quien lo suyo”. Yo pregunto ¿se estará dando por igual?