Clasificación de desórdenes psiquiátricos dentro de una perspectiva popular


La gente se encuentra ante la expectativa que nosotros los psiquiatras, nos encontramos de manera constante evaluando, en particular las posibles manifestaciones  de las rarezas de los individuos, de sus peculiaridades  de sus personalidades que caracterizan un cuadro clí­nico de forma especí­fica. Pero he de contarles que no somos nosotros exclusivamente quienes lo realizamos de manera sistemática, sino, también las personas mismas en sus mutuas relaciones sociales. De esta manera, me mueve a pensar el considerar una posible clasificación de problemas mentales que caracterice a nuestro pueblo desde su propia perspectiva.

Dra. Ana Cristina Morales Modenesi
crismodenesi@gmail.com

Así­Â que podemos observar algunas definiciones dadas a las personas de la siguiente manera: Deschavetado o  chusema: persona que adolece del adecuado funcionamiento de sus capacidades mentales, está loca, demente, senil, fuera de la realidad, no le «funcia» el cerebro. 

Cueruda: persona que hace valer sus derechos sin tener pena o lástima por los demás. 

Culebra: Persona que se arrastra ante figuras de autoridad, no se aprecia así­ misma, es capaz de llegar a lo más profundo de su auto ultraje con la finalidad de quedar bien con el medio que le rodea.  Con mayor frecuencia se asume este tipo de personalidad  cuando existe un sistema de relación social de carácter autoritario.

Chico maduro: Dí­cese de la persona con este especial olor de fermentación a fruta, el chicho, los alcohólicos vistos en emergencias hospitalarias son descritos de esta manera. 

Pelacables: Persona con una conducta razonablemente estable que en momentos determinados se desquicia y puede conducirse de manera agresiva, impulsiva y vociferante. 

Recha: Persona que no es ubicada en un nivel prestigioso a nivel social. Sobre todo en los adolescentes es frecuente observar esta designación para el recha de la clase. 

Con la perseguidora: Persona inquieta, nerviosa que siente ser el objeto de atención y persecución de otras personas.

 

Casquitos ligeros: Esto sobre todo dirigido hacia las mujeres que no gozan de una buena reputación pública, debido a que son sensuales, propositivas y de acción. 

Sombrerito de Esquipulas: El sombrerito descrito lleva muchos adornos colgando, en términos chapines «muchas babosadas», así­ que cuando alguien describe a una persona con estas caracterí­sticas está diciendo que la persona en cuestión es un tanto complicada, busca los lados más difí­ciles de las cosas, se va por los bordes y no toma un camino directo.  Esto podrí­a equivaler a lo que se ha descrito como caracterí­sticas obsesivas de la personalidad. También es utilizado para describir la caracterí­stica de engreimiento, sentirse en una ubicación superior sobre las demás personas.

«De a huevo»: Es una persona genuina, solidaria, se conduce con una coherencia suprema entre lo que dice, piensa, siente y hace.   

«Deshuevada»: Lo contrario de lo anterior, esta calla, se deja, aguanta con todo.  Tiene temor a enfrentar situaciones por poco o mucho riesgo que  ellas contengan. 

«Ahuevada»: persona con mucho temor y miedo ante una situación determinada.

Depre: Quien es triste como una forma particular de ser, o se conduce de manera nostálgica en determinado perí­odo de su vida para lo cual es referida como que le agarró la depre. 

Vidrio de cristal: Quien no tolera la mí­nima crí­tica, se toma todo muy personal o a pecho y es difí­cil poder expresar opiniones con esta persona debido a que surge una crisis emocional y de autoestima con el mí­nimo comentario. 

Quien se cree la gran cosa: Dí­cese de mujeres y hombre que se colocan en el centro del mundo  o universo, por una aparente inflación de su autoestima. Esto equivaldrí­a a la caracterí­stica narcisista de la personalidad. 

Denevezca: Persona que cuando se enoja se enferma de manera fí­sica, le duele la cabeza, le hormiguea el cuerpo, no mira, no oye, puede sufrir nauseas, vómitos y/o desmayos. 

A manera de conclusión observamos cómo las personas desde un lenguaje sencillo y vulgar para otros, se refieren a la descripción y conceptos de la percepción del funcionamiento de otras personas; lo que equivaldrí­a a la evaluación psiquiátrica desde las relaciones sociales dentro del  ámbito comunitario.