El viernes diez de junio de 2011, el pueblo evangélico guatemalteco, de manera espontánea levantó su clamor en oración a Dios por los problemas, necesidades, y males que sufre el país; con un sentimiento natural, sin convocatoria de la máxima dirigencia de las iglesias, sin programa, desfiles, ni reuniones en lugares públicos, más que solo la acción privada en hogares, lugares de trabajo o en tránsito vehicular en toda la Nación, se oró a Dios en el Nombre el Señor Jesucristo sin límite de tiempo y alcance en el territorio nacional.
S. Villanueva Gudiel
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Dijo por el Canal 27 de televisión el vocero de la acción, pastor Marco Antonio Rodríguez, que el clamor fue coincidente, atraídos unos a otros por el imán del Amor y el bien del país, que según los reportes que recibieron por medio de más de ochenta radiodifusoras evangélicas, motivó a muchas de las veinte mil iglesias registradas en la Alianza Evangélica, y a más de cinco millones de profesantes en todo el país; que fue un impulso de él, y del dirigente Josué Muñoz, ambos pastores de las iglesias Alianza Cristiana y Misionera y Príncipe de Paz, un grupo no formalmente organizado ni precisamente para este efecto.
Agregó que se espera respuestas trascendentes de Dios en las tantas necesidades que el país confronta en todos los ámbitos de la convivencia humana.