Citizen Kane


Orson Wells dirigió «Ciudadano Kane» en 1941, la pelí­cula que ha sido catalogada a lo largo de la historia del cine como la mejor de todos los tiempos. Aunque sentimentalmente cada amante del cine prefiera otra como la mejor, ninguna antologí­a de cine se atreverí­a a decir lo contrario.

Mario Cordero
mcordero@lahora.com.gt

Esta pelí­cula es poco conocida en Guatemala (debido al embargo cultural al que nos han mantenido los comerciantes del entretenimiento, que buscan sólo productos de consumo y no de alta cultura).

Su argumento es muy simple: Charles Foster Kane es un megaempresario de los medios de comunicación que muere en la más completa soledad, la cual fue cosechada por su deseo de manipular la verdad a través de sus periódicos. Quiso ser popular ofreciendo al público «la verdad», pero murió en soledad.

Recuerdo hoy esta pelí­cula puesto que la metáfora de Wells, sobre la manipulación de la verdad en los medios de comunicación la estamos viviendo hoy dí­a a través de las mal llamadas encuestas de opinión en procesos electorales.

Digan lo que digan, las encuestas manipulan el proceso electoral. Sólo porque a algunos se les ocurre quiénes deben encabezar las encuestas, se impone a puro tubo a quienes van a recibir mayor financiamiento y a quiénes invitar a foros presidenciales.

Para mí­, las encuestas son ociosas, pues no contribuyen a la democracia. Lo único que ofrecen es saciar el morbo de la gente que desea conocer por anticipado quién ganará, pero se olvidan que para esto están las elecciones.

Se sabe, y no sólo de parte de los partidos polí­ticos, sino de casi cualquier producto comercial, que las empresas encuestadoras manipulan la verdad en los resultados para satisfacer a sus clientes. Y es obvio; las encuestas necesitan financistas, y si éstas no satisfacen al dueño, éste no las pagará.

Se dice, en un discurso falso, que las encuestas sólo son una «fotografí­a» de la realidad, pero el margen de error con el que se juega es como si esta fotografí­a estuviera desenfocada, para que el financista interprete qué es eso que se mira borroso.

Se dice, también, que una encuesta es como tomar una gota de sangre a una persona; con esta muestra, se puede determinar enfermedades, niveles de azúcar, etc., pero se olvidan que la sangre es homogénea y la opinión de los votantes no lo es.

Se dice, además, que hay encuestas y Encuestas, y que algunas se equivocaron enormemente y que otras sólo un poquito, como que si los errores humanos admitiesen porcentajes.

El Ciudadano Kane muere en la completa soledad por la manipulación de la verdad, así­ como murió El Gráfico cuando empezó a manipularla. Además, las encuestas no son la única forma en que algunos medios manipulan la verdad. Habrá que recordar aquella publicación en donde se señalaban a los cabecillas de Pavón, sólo para justificar sus asesinatos un dí­a después; o aquellas noticias que dicen que hay hambruna en una región, sólo para justificar un generoso «puente de alimentos», por ejemplo.

Por último, dicen los «encuestadores» que a ningún medio de comunicación le convendrí­a manipular las encuestas, pues esto de publicar mentiras sólo afectarí­a negativamente al medio; sólo falta que se lo digan a los dueños de los medios.