Cita con la muerte


En Perú, se discute sobre la muerte y los cementerios.

La muerte y la parafernalia de terror que la rodea son las invitadas de honor en un encuentro de expertos de Iberoamérica, iniciado ayer en Lima, sobre el valor de los cementerios y sus manifestaciones culturales.


«El objetivo es revalorizar los cementerios como lugares de reencuentro con nuestros antepasados, preservando esos espacios como lugares que guardan la historia de los pueblos», dijo Luis Repetto, presidente de la Red Iberoamericana de Gestión y Valoración de Cementerios Patrimoniales.

Este acercamiento a los panteones lleva también a abordar las antiguas interrogantes sobre los misterios de la muerte y los tradicionales ritos que la acompañan y que se mantienen desde tiempos inmemoriales en las diversas sociedades iberoamericanas.

Un centenar de delegados de diversos paí­ses inauguraron el IX Encuentro Iberoamericano de Gestión y Valoración de Cementerios Patrimoniales, que concluirá hoy, en ví­speras del 1 y 2 de noviembre cuando en muchos paí­ses de la región se rinde culto a los muertos.

Alejandro Arias Monroy, delegado de México, dijo que sus compatriotas tienen una cultura ligada a la muerte, pero que «la muerte nunca ha sido una tragedia».

«Nosotros nos reí­mos y jugamos con la muerte, no nos espanta, y la noche de muertos, a inicios de noviembre, siempre es una festividad en que colocamos en los cementerios calaveras con bigotes y cuernos junto a las tumbas de nuestros familiares», añadió.

«A pesar de que la pérdida de un familiar es dolorosa los funerales no son necesariamente una suma de lamentos, sino una festividad en que prima el recuerdo de la persona fallecida», añadió.

Repetto sostiene que hay un denominador común en las sociedades iberoamericana que es el culto a los muertos que está profundamente arraigada y que está vinculada a la identidad de los pueblos.

Paulette Morales Lomelí­, de la Universidad Autónoma de México, en un análisis dirigido al encuentro de Lima sostiene que hay elementos comunes en la tradición mortuoria de México, Perú y Bolivia.

«El altar a los muertos, las celebraciones en los cementerios, la limpieza de tumbas, la comida tí­pica junto a los sepulcros, son elementos comunes a esas culturas», explicó.

Arias Monroy califica ese fenómeno de fiestas en los camposantos como «banquetes mortuorios».

Morales Lomelí­ considera que si bien la fiesta anglosajona del Halloween se ha introducido en la cultura de esta parte del mundo, ésta ha tenido un papel poco serio ya que se usa como pretexto para fiestas de disfraces con poco valor cultural.

Una situación distinta se vive en Argentina donde la visita a los cementerios va perdiendo interés, dijo la delegada de ese paí­s, Leticia Maronese. Incluso en los dí­as dedicados a los muertos no hay aumento en la venta de flores.

«La única tumba que siempre tiene flores es la de Evita Perón», precisó.

El tema de los fantasmas no puede estar de lado en este encuentro y las agencias de turismo tratan de sacar provecho del espanto y terror que genera la muerte.

Una agencia de viajes limeña anunció que ha iniciado lo que define como un «tour macabro» y que consiste en «desempolvar fantasmas de la Lima de antaño» en un paseo nocturno. Ese recorrido incluye visitas a un antiguo cementerio y a lugares presuntamente habitados por duendes, seres fantasmagóricos e infernales.

El objetivo es efectuar circuitos turí­sticos fantasmales para crear pánico entre los amantes de las sensaciones fuertes, como se hacen en varios paí­ses, como Argentina y también en Europa.