Dista de ser por arte de magia. Recurrente fenómeno socio-económico tiene cabida en la mayoría poblacional año con año invariablemente. Significa una sumatoria plural de buena voluntad, cierta dosis de devoción en riste, seguida también del entusiasmo desbordante de la temporada motivadora en gran medida. Hay alegría en el estado anímico.
Dentro de la característica esencial, el olvido de sinfín de adversidades ocupa y sostiene un bajo perfil, en cambio se respiran aires positivos a lo largo y ancho del panorama. Constituye gigantesca tradición permanente a título seguro del conteo firme del calendario, en medio de sucesos que llegaron para quedarse, desafortunadamente cierto.
Involucra a ciencia cierta diversos sectores del colectivo nacional, sin excepciones como rebote molesto de la actual crisis monetaria enquistada. La realidad exhibe a modo de desnudeces concretas, el hecho de haber marginados, a quienes el suceso los desalienta y aleja de verdad. Suena a título de discriminación y duele no haber amplitud total.
Contribuyen los aguinaldos directa o indirectamente, a manera de emblemática prestación laboral, cuya bondad junta a la justicia social beneficia casi por igual a pensionados y jubilados. Por supuesto el poder de convencimiento que genera la publicidad y mercadeo, de condición gloriosa, misma opacada sorpresivamente a causa de imprevistos amargos.
Con antelación manifiesta cumplen con el papel de originar entusiasmo y alegría epocal. Ponen su grano de arena las condiciones propicias del entorno ambiental. Empeño de sumarse al festejo universal, complementado en buena lid los cielos decembrinos despejados, muchas veces ornamentados mediante la brillantez y el multicolorido acentuado por impresionantes crepúsculos.
La ciudad adquiere presencia especial de índole festiva, a costa de inversiones diversas, responsables directamente del desbarajuste posterior. El despertar en enero entrante se traduce con quebraderos de cabeza, a efecto de adquirir kilométricas listas de útiles escolares en notorio crecimiento que constituye también el tronar frenético de dedos débiles.
Pase lo que pase, sin embargo se mueve, dijo Galilei rumbo al cadalso. El entusiasmo del connacional se hace manifiesto inclusive en momentos sumamente críticos. Sea por tanto sacrificio en provecho del sistema escolar, rumbo a la modificación de la carrera magisterial, apunta este empecinamiento de la Ministra a sustraer alumnos normalistas en ciernes.
Dicha circulación fuera de serie que embebe a todo guatemalteco conlleva derroche sustancial. Al no tener la debida administración en gastos superfluos; al caer en dilapidar dineros bien ganados al instante los coloca en situación precaria, ejemplificada en consumo industrial de licor y fuegos artificiales, verdadero peligro en manos de la gente menuda.