Creemos que la señora Sandra Torres tiene todo el derecho de convocar a sus simpatizantes para realizar manifestaciones pacíficas en apoyo de sus alegatos legales que pretenden revertir lo ya dispuesto por el Registro de Ciudadanos y el Tribunal Supremo Electoral respecto a la inconstitucionalidad de su candidatura. Efectivamente, todo ciudadano tiene derecho de manifestar y por lo tanto la movilización de ayer no tendría nada de objetable, salvo la grosera y burda utilización de recursos públicos.
Sin ningún pudor ni recato, utilizando hasta las patrullas de la Policía Nacional Civil que debieran estar al servicio de la seguridad ciudadana, los organizadores utilizaron toda clase de recursos del Estado para cubrir los gastos del traslado de las personas que siendo beneficiarias del régimen de Cohesión Social, se les lleva y trae a las actividades del oficialismo como una muestra de cuán poco se respeta su pobreza, esa misma que les hace depender de los programas sociales y que al mismo tiempo es la que sirve para que se les instrumentalice.
Pudieron usar los recursos públicos de manera encubierta y disfrazada, porque así generalmente se hace, pero en un exceso de cinismo y desfachatez, no vacilaron en utilizar el estacionamiento del Congreso de la República como centro de acopio y luego toda clase de vehículos oficiales y, en la escena gráfica más grosera, una radiopatrulla de la Policía Nacional Civil en cuya palangana llevaban las bolsas con alimentos para entregar a los asistentes a cambio del respectivo comprobante para garantizarles que pudieran seguir recibiendo los beneficios que no son otorgados por una persona en particular ni por un partido político, sino por el Estado de Guatemala.
Aplaudimos la forma pacífica en que se comportaron los manifestantes porque creemos que así es como tiene que discurrir el proceso, pero nos preocupan algunas de las expresiones que se dejaron oír en la tarima, y que eran advertencias claras de que la misma tolerancia y actitud pasiva no continuará por mucho tiempo si persisten los reveses que se vienen dando en el sistema de administración de justicia. En otras palabras, nos están ya cantando que no siempre serán pacíficas las manifestaciones.
Y si vemos que la misma Policía Nacional Civil está siendo utilizada en la campaña para el reparto de las bolsas con alimento para los manifestantes, no se puede esperar racionalmente que la misma PNC a la hora de un altercado o grave disturbio a la paz social, vaya a proteger a la ciudadanía. Además, decir que la ingobernabilidad “que vendrá†es culpa de la oposición o de las autoridades que rechazaron la inscripción, recuerda el tono exacto con que el FRG advirtió sobre el Jueves Negro.
Minutero:
Puede ser jueves o martes
pero con tanta amargura
lo que sí es cosa segura
es que habrá mucha negrura