Cinco dí­as de encierro


La sombra de un soldado hondureño que permanece en la Embajada de Brasil, en Tegucigalpa, donde se encuentra asilado Manuel Zelaya, presidente depuesto de Honduras, desde el pasado lunes. FOTO LA HORA: AFP YURI CORTEZ

La alta tensión persistí­a hoy en Honduras, donde el derrocado Manuel Zelaya cumplió cinco dí­as refugiado en la Embajada brasileña sin avances para una solución a la crisis polí­tica, aunque el régimen de facto anunció que estaba dispuesto a dialogar.


Mientras persisten las gestiones diplomáticas para reencausar el diálogo, los integrantes del Frente de Resistencia contra el Golpe de Estado anunciaron una multitudinaria manifestación para este sábado, cuando se cumplen 90 dí­as del golpe de estado que depuso al presidente Zelaya.

Hoy, «el dí­a 90, va a haber una enorme manifestación de nuestro pueblo (…), habrá acciones de movilización en los barrios, las colonias y las calles, el pueblo quiere la restitución del orden constitucional», dijo el dirigente zelayista Rafael Alegrí­a.

Los integrantes del Frente acentuaron sus movilizaciones desde el lunes pasado, cuando Zelaya llegó clandestinamente a Tegucigalpa y buscó protección en la Embajada de Brasil.

El portavoz de la Policí­a Nacional, Orlin Cerrato, dijo que esperaba que la demostración de los opositores al régimen de facto fuera pací­fica y advirtió que se dispuso un amplio dispositivo de seguridad para evitar enfrentamientos.

«No vamos a ser tolerantes si se suscitan hechos que vengan a dañar la propiedad pública o privada», advirtió Cerrato.

Mientras tanto el paí­s sigue a la expectativa de la anunciada visita del presidente de Costa Rica, í“scar Arias, en compañí­a del vicepresidente de Panamá, Juan Carlos Varela, para reiniciar el interrumpido proceso de diálogo.

La posibilidad de retomar el proceso se abrió el jueves pasado, cuando el presidente Zelaya y el gobernante de facto Roberto Micheletti aceptaron revivir el llamado proceso de San José.

Arias ha propuesto una fórmula para el retorno a la constitucionalidad en Honduras, ampliamente respaldada por la comunidad internacional, que tiene como punto de partida el retorno de Zelaya a la presidencia, algo que Micheletti y los sectores empresariales, polí­ticos y militares que lo respaldan rechazan.

En la embajada de Brasil, donde se encuentra refugiado Zelaya, el cerco militar de los últimos dí­as fue menos riguroso este sábado y los periodistas pudieron acercarse a poca distancia de la sede diplomática.

Voceros militares explicaron que con esa medida se busca desmentir versiones que circularon sobre el uso de gases tóxicos y el empleo de dispositivos tecnológicos para incomunicar a los ocupantes de la embajada brasileña, como fue denunciado por Zelaya y sus seguidores.

Desde el 28 de junio, cuando Zelaya fue despojado del poder y enviado al exilio en Costa Rica, Honduras vive en estado de crisis permanente, semiparalizada por toques de queda, huelgas y protestas callejeras, que frecuentemente desembocan en choques entre policí­as y manifestantes.