Cifras negativas aumentan presión a Obama


Barack Obama, presidente de Estados Unidos, camina de regreso a la Casa Blanca, luego de bajar del helicóptero presidencial. FOTO LA HORA: AFP Nicholas KAMM

La presión de la economí­a sobre el presidente estadounidense Barack Obama creció hoy luego de decepcionantes cifras de empleo en julio, que indican que la economí­a perdió 131 mil puestos de trabajo, generando dudas sobre sus polí­ticas, a tres meses de elecciones legislativas.


El sector privado fue incapaz de contrarrestar los despidos en el gobierno federal y en los estados (143 mil) y sólo creó 71 mil empleos, en tanto la tasa de desempleo permaneció en 9,5%.

Incluso las cifras revisadas para junio establecen la pérdida de empleo ese mes en 221 mil puestos y no en los 125 mil anunciados previamente.

Estos datos fueron percibidos como otra señal de que la economí­a estadounidense se estanca y que se necesitarán varios años para que el mercado del empleo se normalice.

«El ritmo actual de desempleo es demasiado lento para reemplazar los más de ocho millones de empleos perdidos en la recesión -no será en el próximo año o en dos, quizá tampoco en cinco años», dijo Bart van Ark, economista jefe de Conference Board, una oficina de investigación sobre el mercado.

«Es poco probable que las industrias como la construcción y la manufactura regresen alguna vez a los niveles de empleo pre-recesión».

Lo que es motivo de preocupación adicional en Washington, en particular para un presidente que ha priorizado la lucha contra la recesión económica. A Obama le quedan pocos meses para probar que sus polí­ticas funcionan antes de las elecciones legislativas de noviembre.

Este viernes, de visita en una planta de constructores de carteles en Washington, Obama no abandonó su optimismo:

«El hecho es que hemos agregado empleos en el sector privado en todos los meses de este año, en lugar de perderlos, como lo hicimos en los primeros siete meses del año pasado. Esa es una buena señal».

Pero admitió que «el camino a la recuperación no es recto. Algunos sectores se recuperan más rápido que otros».

De todas formas los opositores a Obama aprovecharon las nuevas cifras para afirmar que el enorme plan de estí­mulo económico no ha funcionado.

«Las polí­ticas económicas de Obama han fallado en la creación de un crecimiento del empleo sostenible», dijo el presidente del Partido republicano Michael Steele.

La oposición podrí­a explotar también dos renuncias de peso en el equipo económico presidencial: luego de la partida a fines de junio del director de Presupuesto de la Casa Blanca, Peter Orszag, la principal consejera económica de Obama, Christina Romer, anunció la ví­spera su retorno a la enseñanza.

En Wall Street, los mercados reaccionaron con pesimismo, cayendo pesadamente.

Durante meses los inversores han esperado por señales que les indiquen hacia dónde se dirige la economí­a, ya que los datos brindan un panorama confuso.

Esa tendencia no ha variado, por lo que Obama y sus asesores deben meditar sobre si se necesitan nuevas medidas de apoyo.

Por lo pronto se espera el próximo martes por la reunión del Comité de Polí­tica Monetaria de la Reserva Federal (Fed), aunque se cree que demorará la toma de decisiones lo más que pueda con el fin de no quemar sus cartuchos.

«El problema del banco central (Reserva Federal, ndlr) ahora es que cualquier estí­mulo monetario adicional requerirá métodos no convencionales», dijo Ryan Sweet de Moody»s Economy.com «y el balance entre costos y beneficios no es del todo claro».

Igualmente se prevé que la Fed no varí­e su tasa directriz, actualmente entre cero y 0,25%.