Los candidatos presidenciales colombianos empezaron ayer a cerrar sus campañas luego de maratónicas correrías en la semana previa a los comicios, en los que se anuncia una reñida disputa entre el oficialista Juan Manuel Santos y el independiente Antana Mockus.
El ex ministro de Defensa Santos y el dos veces alcalde de Bogotá Mockus, a quienes las encuestas dan como favoritos para la primera vuelta electoral del 30 de mayo, cumplieron estos últimos días una campaña febril en un esfuerzo por conquistar a los cerca de 30 millones de potenciales votantes.
Santos cerró su campaña en Bogotá la noche del viernes, con la promesa de «defender el legado» del actual presidente Alvaro Uribe, especialmente en cuanto a la política de «mano dura» a las guerrillas izquierdistas, la más popular del mandatario que dejará el poder el próximo 7 de agosto.
«Los convoco a defender el legado del presidente Uribe, el mejor que ha tenido Colombia. Los invito a que perfeccionemos ese legado. Por el bien de Colombia, de nuestros hijos, tenemos que seguir avanzando», dijo Santos ante unos 6.000 seguidores que le acompañaron en un concierto con el cantante Charly Zaa y otras agrupaciones colombianas.
Según los últimos sondeos de intención de voto, Santos y Mockus se encuentran empatados técnicamente para la primera ronda electoral, lo que obligaría a un balotaje el 20 de junio.
Los analistas coinciden en que al sucesor del presidente ílvaro Uribe lo definirán las alianzas políticas previas al balotaje y el voto de opinión de último momento.
Ese voto de opinión es el que ha impulsado a Mockus, del Partido Verde, que escaló velozmente en los sondeos para disputarle el favoritismo a Santos, del Partido de la Unidad Nacional, en apenas dos meses de campaña luego de que en febrero una decisión judicial impidiera que Uribe buscara una segunda reelección.
Mockus cerrará su campaña el domingo con un acto en la céntrica plaza Bolívar de Bogotá. La ley electoral colombiana prohíbe la realización de manifestaciones y actos públicos en los ocho días anteriores a los comicios.
«Hay un cansancio en la forma de gobierno y el contenido. Se palpa en el respaldo al candidato Mockus el voto de opinión, especialmente de los jóvenes», dijo a la AFP el analista político Alvaro Villarraga.
Un total de 12,7 millones de colombianos de entre 18 y 29 años de edad constituyen la mayor franja de votantes, según la Registraduría Nacional, el ente responsable de los comicios.
En la pasada elección presidencial de 2006, que Uribe ganó en la primera vuelta con el 62,35% de los votos (7,3 millones de sufragios), Mockus apenas alcanzó el 1,23% (164.583 sufragios).
Pero su aplaudida gestión en la alcaldía de Bogotá y el mensaje de transparencia y legalidad en el que ha basado su campaña es para los analistas lo que ha producido el «fenómeno Mockus».
Por el contrario, Santos, delfín político de Uribe, no logró heredar el prestigio del mandatario saliente y juegan en su contra los escándalos de ejecuciones de civiles por parte de militares cuando estuvo al frente de la cartera de Defensa y los del espionaje ilegal a la oposición, magistrados, periodistas y defensores de derechos humanos.
«La gente está buscando cambios, ya le perdió el miedo a la guerrilla y Santos basó su campaña en la seguridad y el temor, es decir, más de lo mismo», dijo a la AFP el analista León Valencia.
Los programas de gobierno de Santos y Mockus, aunque con matices, no presentan sustanciales diferencias, especialmente en temas sensibles como la lucha contra la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FARC), que fueron la bandera que llevó a Uribe a gobernar ocho años, o el modelo económico de apertura.