Cierran últimas librerí­as de Borders


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La escena este fin de semana en una de las últimas de las librerí­as de Borders en cerrar fue más como un servicio de conmemoración que una ceremonia funebre: Los visitantes recordaron cariñosamente a su querida cadena de librerí­as, en lugar de llorar su pérdida.

Por MAE ANDERSON NUEVA YORK / Agencia AP

Fundada en 1971, Borders se convirtió en un gigante de la industria, operando las librerí­as Borders y Waldenbooks, pero la compañí­a no se adaptó con suficiente presteza a los cambios en el sector y perdió ventas ante la internet, las librerí­as de descuento y otras formas de competencia.

Se declaró en bancarrota en febrero y desde entonces ha cerrado sus tiendas en todo Estados Unidos y ha despedido a miles de empleados. Borders comenzó a liquidar sus 399 tiendas restantes en julio, cuando una oferta de 215 millones de dólares de una firma privada se disolvió tras objeciones de acreedores que dijeron que la cadena valdrí­a más si era liquidada inmediatamente.

En medio de animados acordes de jazz y grandes carteles que anunciaban los «Ultimos dí­as» de una librerí­a de Borders en Queens, Nueva York, los usuarios aprovecharon los bajos precios en objetos como sillas y máquinas de café.

En una sucursal de Borders en Cincinnati, los lectores se mostraron deseosos de adquirir libros por hasta 90% de rebaja. Carteles en una tienda de la cadena en Cambridge, Massachusetts, imploraron a los compradores a regatear: «No se rechazará ninguna oferta razonable».

«Me parece muy triste», dijo Victoria Florea, de 49 años, que estaba buscando descuentos este fin de semana en Cambridge para poder usar su tarjeta de regalos de 50 dólares antes de que expirase. «Estoy contenta por esas rebajas, pero al mismo tiempo me siento triste».

Borders, una cadena que tuvo sus oficinas centrales en Ann Arbor, Michigan, fue pionera del concepto de megalibrerí­as. Llegó a tener 1.249 tiendas en su momento pico en 2003, pero dejó de existir el domingo.

Cae ví­ctima de un cambio en la industria causado por usuarios que prefieren leer sus libros en forma electrónica en lugar de hacerlo en papel. Se piensa que la desaparición de la cadena va a tener amplias repercusiones para muchos, desde escritores y editores hasta competidores como Barnes & Noble, que se beneficiarán con perder un importante rival.