Cierran comedores obreros


El presidente de Cuba, Raúl Castro, cerrará a partir del 1 de octubre los comedores obreros, que alimentan a 3,5 millones de trabajadores, primero en cuatro ministerios y luego en el resto del paí­s, en su plan de ahorro y eliminación de subsidios, anunció el viernes el diario Granma.


Los trabajadores recibirán a cambio 15 pesos cubanos (60 centavos de dólar) diarios para procurarse el almuerzo, pero no contarán como salario, de unos 17 dólares mensuales promedio, en una economí­a altamente subsidiada, donde la educación y la salud son gratuitas.

«Lograr racionalidad económica y la satisfacción del trabajador constituyen motivos impulsores de la nueva medida económica, que se inicia, de manera experimental» en cuatro ministerios, subrayó el periódico oficial.

En Cuba, más de 3,5 millones de trabajadores acuden todos los dí­as a los 24.700 comedores obreros en todo el paí­s, lo que implica «un severo gasto para el Estado por los altí­simos precios del mercado internacional y la infinidad de subsidios y gratuidades», señaló el diario.

El informe precisó que el gasto asciende a más de 350 millones de dólares sólo en la adquisición de cuatro productos básicos para esos comedores (arroz, granos, cárnicos y aceite), sin contar otros alimentos, combustible, electricidad y mantenimiento de instalaciones.

El ministro de Economí­a y Planificación, Marino Murillo, explicó que hace un año se detectó un exceso de inventario en los comedores de decenas de miles de toneladas de productos, valorado en 35 millones de dólares, por descontrol y desorganización, lo que facilita los robos para nutrir al gigantesco mercado negro.

«Se trata de dar, más que de quitar. De abrir las puertas a la racionalidad y al ahorro, de liberar al paí­s de una carga que no puede ni está en condiciones de seguir llevando. En fin, de dar a cada cual la posibilidad de elegir, pero sobre todo de responsabilizarse aún más con su jornada de trabajo».

La medida, que se aplicará primero en los ministerios de Trabajo, Finanzas, Comercio Interior, y Economí­a y Planificación, es parte del ajuste que impulsa Castro para reducir los 2.500 millones de dólares anuales en importación de alimentos, los millonarios robos al Estado y los elevados gastos en gratuidades y subsidios innecesarios, en una economí­a afectada por ineficiencias propias y la crisis económica internacional.