Cientos de escritores en su red


Muestra del trabajo del autor en exposición. FOTO LA HORA: ARCHIVO

Cuando tení­a 18 años, el argentino Daniel Mordzinski fotografió a Jorge Luis Borges, el primero de una larga lista de escritores que cayeron bajo su red, revela una exposición en Parí­s que abre sus puertas al público el miércoles, antes de viajar a Madrid y América Latina.


«Hace 32 años que retrato a escritores. Tení­a 18 años cuando comencé, fotografiando a Borges. No sabí­a en aquel entonces que comenzaba mi colección de mariposas», dijo Mordzinski, que cree que «nada es más frágil que un escritor».

En una entrevista, poco antes de la inauguración de su exhibición el martes en la noche en la Casa de América Latina de Parí­s, el fotógrafo indica que la exposición, que representa «un momento dulce» en su vida, es una pequeña muestra de su trabajo de 30 años retratando a escritores.

«Borges fue «el Aleph» (la primera letra del abecedario hebreo) de mi Atlas» de fotografí­as literarias, señala Mordzinski, que ha seleccionado para esta exhibición titulada «Las tres orillas» unos 150 retratos de autores franceses, latinoamericanos y españoles.

«He querido dibujar un triángulo invisible entre Francia, España y América Latina», explica el fotógrafo nacido en Buenos Aires en 1960, que dice que retratar escritores ha sido «una maravillosa aventura» en su vida.

«Crecí­ bajo la dictadura, y como era muy miedoso, no asumí­ un compromiso polí­tico. Mi manera de combatirla era a través de mis tres pasiones: la fotografí­a, la literatura y el cine», recuerda.

Ahora, gracias a su trabajo, se han juntado póstumamente en Parí­s Julio Cortázar, Rafael Alberti, Adolfo Bioy Casares, Roberto Bolaño, Claude-Lévi Strauss, Octavio Paz, Silvia Barón Supervielle y Guillermo Cabrera Infante, entre otros.

También hay fotos del colombiano Alvaro Mutis tirado en una playa con su perro, la francesa Nathalie Sarraute, anciana vulnerable, el peruano Alvaro Vargas Llosa tumbado en una cama, escribiendo a la luz de una vela, el nicaragí¼ense Sergio Ramí­rez espiando detrás de una puerta.

Figura también el guatemalteco Eduardo Halfón tirado en un campo entre margaritas, Enrique Vila-Matas, José Donoso, Juan Gelman, Juan Goytisolo, Ernesto Sábato y los franceses Jacques Derrida, J.M.G. Le Clezio, Jean d»Ormesson: cada foto revela un universo, y algo del «dolor, la pasión, la emoción que sienten al escribir».

También, detrás de cada foto, hay una anécdota, cuenta Mordzinski, señalando que la última imagen que tomó fue de Gabriel Garcí­a Márquez en su casa de Cartagena, en enero de este año, cuando cubrí­a el festival literario Hay Festival.

En ese hermoso retrato, el Premio Nóbel de Literatura 1982 está sentado en su cama, rodeado de una luz dorada.

«La foto la tomé el 29 de enero del 2010. Esa misma mañana recibí­ en mi hotel una llamada inesperada de su mujer, Mercedes, diciéndome que Gabo me esperaba a la 1 de la tarde».

«Yo le dije, «pero yo soy un argentino, psicoanalizado, necesito sufrir, angustiarme varios dí­as». Y ella me ofreció pasar la cita a dos dí­as después. Me tuve que apresurar a decirle que no, que estaba bromeando», recuerda.

Dice que le debe mucho su labor como fotoperiodista – ahora del diario español El Paí­s, «sobre todo una gran libertad». Además, «el periodismo me ha enseñado a hacer mucho con poco», agrega.

La muestra, que estará abierta al público parisino hasta el 13 de mayo, se presentará en Madrid en julio, como parte del programa de la presidencia española de la Unión Europea, y en el marco de los actos conmemorativos del Bicentenario de las Independencias de América Latina y el Caribe.

Paralelamente a esta exhibición, que se presentará en América Latina en el 2011, se ha publicado un lujoso libro que incluye comentarios manuscritos de varios de los escritores fotografiados por Mordzinski, cuya sencillez le hizo eliminar alguno demasiado elogioso, como el que afirmaba que si existiera el Nóbel de la fotografí­a, él lo merecerí­a.