Cientí­ficos recrean epidermia humana


Vista idealizada de la epidermia del ser humano. FOTO LA HORA: ARCHIVO

Un equipo de investigadores franceses, en colaboración con cientí­ficos españoles, logró recrear el conjunto de una epidermia, la capa superficial de la piel, a partir de células madre embrionarias humanas, una primicia que podrí­a aplicarse rápidamente al tratamiento de las quemaduras graves.


Desde hace años, para curar las quemaduras graves, los médicos utilizan la terapia celular que reconstituye la piel a partir de una pequeña muestra extraí­da del propio paciente.

La dificultad de esa técnica radica en el plazo necesario para cultivar una superficie suficiente de epidermia (tres semanas), durante el cual el quemado permanece sin protección, corriendo el riesgo, entre otros, de infecciones o de deshidratación.

El equipo dirigido por el profesor Marc Peschanski, del Instituto I-Stem, cuyos trabajos serán publicados por la revista cientí­fica The Lancet el próximo sábado, se dedicó a ese tema al comprobar que las técnicas desarrolladas para reducir ese plazo no eran, hasta el momento, óptimas.

La primera etapa de la investigación consistió en obtener células de la piel (queratinocitos) a partir de células madre embrionarias humanas, capaces de diferenciarse en todos los tipos de células humanas y de reproducirse indefinidamente.

A partir de esos queratinocitos, los cientí­ficos lograron reconstruir «in vitro» una epidermia con sus diferentes capas, incluida la capa córnea, la más superficial.

Un estudio llevado adelante con una sociedad de biotecnologí­a especializada en la piel permitió verificar que «se trataba de una epidermia perfectamente normal».

La última etapa de la investigación fue realizada con investigadores españoles expertos en implantación en ratones de laboratorio, que transplantó la epidermia reconstituida en uno de ellos.

«Esperamos tres meses y la piel humana se renovó tres veces, porque la piel se renueva completamente cada mes. Hicimos piel humana», señaló el profesor Peschanski.

Para aplicarlo en el ser humano, se necesita ahora una transferencia de tecnologí­a.

«Empezamos a trabajar en eso, llevará un poco de tiempo, porque hay que validar todo, pero ya no se trata de ciencia sino de una aplicación técnica», dijo el profesor francés.

«Si todo transcurre bien» la técnica estará pronta «hacia fines de 2011», dijo Peschanski, señalando que se trata de un «calendario colgado de una serie de hilos que pueden cortarse en cualquier momento».

Varias investigaciones con células madre están cerca de la aplicación al ser humano.

La empresa californiana Geron recibió en Estados Unidos la autorización de efectuar una prueba clí­nica para tratar las lesiones de médula espinal.

Otra sociedad norteamericana, Advanced Cell Technology, depositó una demanda de autorización para hacer pruebas en pacientes que corren el riesgo de ceguera a causa de la enfermedad de Stargardt.

Otra compañí­a trabaja en un tratamiento contra la diabetes.

En Francia, Philippe Menasché está haciendo pruebas de un tratamiento contra el infarto en un mono.

Marc Peschanski trabaja también con las células pluripotentes inducidas (iPS), resultantes de la reprogramación del núcleo de células diferenciadas adultas.

El Instituto I-Stem fue creado por el Instituto Nacional de la Salud y la Ivestigación Médica (Inserm) de Francia y la Asociación Francesa contra la Miopatí­a (AFM).