Científicos británicos y estadounidenses han compilado la lista más exhaustiva hasta el momento de las plantas terrestres: un compendio de 300 mil especies que esperan ayudará a la conservación, el comercio y la medicina.
La lista, elaborada por investigadores de los jardines botánicos Kew, de Londres, y del Botánico de Misurí en San Luis, tiene por objeto ayudar a resolver uno de los problemas básicos de la botánica: determinar qué nombre corresponde a cada planta.
A lo largo del siglo pasado, investigadores en diversos países han puesto nombres diferentes a la misma planta. Asimismo, han identificado erróneamente a diversas variedades de la misma planta como miembros de especies distintas. A esto cabe sumar los simples errores de grafía.
Y si bien la rosa tendrá el mismo dulce aroma cualquiera que sea el nombre que se le dé, los científicos dicen que poner a la misma planta distintas denominaciones puede privar a los investigadores de información que necesitan.
«Si uno la conoce por uno solo de sus muchos nombres, pierde parte de la historia», dijo Eimear Nic Lughadha, principal científico a cargo de la lista en Kew.
El problema afecta desde los reguladores de la agricultura hasta los investigadores farmacéuticos.
«Imagine que trata de hallar todo lo que se ha publicado sobre una planta: qué sustancias químicas contiene, si es venenosa o no, dónde se encuentra», dijo Alan Paton, también del Jardín Botánico Real en Kew. «Para hallar esa información, uno tiene que conocer todos los nombres científicos que se le han puesto».
El compendio intenta resolver esa confusión al colocar todos los nombres en un lugar y determinar qué nombre se refiere a cuál planta. Con ese fin, investigadores en Estados Unidos y Gran Bretaña han reunido las bases de datos existentes %u2014tales como GrassBase e iPlants%u2014 para combinarlas con otras listas de organizaciones internacionales.
La lista final de Kew incluye más de 1 millón de nombres científicos, de los cuales 300.000 son denominaciones aceptadas de especies. Otros 480 mil son nombres adicionales o sinónimos. Los restantes no están resueltos: podrían aplicarse a una planta ya identificada o describir un organismo totalmente distinto.
Los botánicos tienen todavía una larga lista de nombres sin asignación