Cien años de Teorí­a de la Relatividad


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Albert Einstein, el cientí­fico más conocido y considerado el más importante del siglo XX, quien cumplió 100 años de haber presentado su teoria de la relatividad.» title=»FOTO LA HORA:  ARCHIVO



Albert Einstein, el cientí­fico más conocido y considerado el más importante del siglo XX, quien cumplió 100 años de haber presentado su teoria de la relatividad.» style=»float: left;» width=»250″ height=»344″ /></p>
<p>Albert Einstein expuso por primera vez en público hace un siglo, el 21 de septiembre de 1909, en Salzburgo (Austria), su Teorí­a de la Relatividad, cuya historia explica en una entrevista con el colombiano Regino Martí­nez Chavanz, investigador asociado del Centro Francés de Investigaciones Cientí­ficas.</p>
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– Pregunta: ¿Cómo puede explicarse en palabras la Teorí­a de la Relatividad ?

– Respuesta: «La Teorí­a de la Relatividad se elaboró para responder a dos interrogantes. Primero: ¿existe el movimiento absoluto sin relación a nada? La respuesta es no: el movimiento siempre es relativo, con referencia a algo. Segundo: ¿las leyes que rigen los fenómenos fí­sicos, codificadas por distintos cientí­ficos, en situaciones diversas de movimiento (para alguien en China, o en Europa, en Estados Unidos, en Marte, o Venus, en cualquier parte del Universo) son diferentes para cada uno? La respuesta es no: son las mismas en absoluto para todos.

Las leyes fí­sicas son insensibles al movimiento relativo, es absoluto. Por el contrario, para asegurar esta uniformidad absoluta se exige que el movimiento afecte sólo a las medidas de las cantidades asociadas a los fenómenos; es decir, que las medidas sean relativas a cada observador pero que todos respeten las mismas leyes absolutas que correlacionan a las medidas.»

-P: ¿Qué innovación trajo?

-R: «Lo novedoso de la teorí­a, por un lado, fue que extendió a toda la fí­sica una vieja y buena teorí­a de la relatividad, debida a Galileo y Newton, basada en un principio de relatividad de los fenómenos mecánicos frente al reposo y al movimiento relativos. Por otro lado, el marco espacial y temporal, que encuadra todos los fenómenos naturales, pierde su estatus de absolutividad, quedan entrelazados y vinculados í­ntimamente con la materia y la energí­a. Finalmente, la innovadora teorí­a, debida a Henri Poincaré (1854-1912) y Albert Einstein (1879-1955), realizó una sí­ntesis de muchos conceptos que antes eran ruedas sueltas en el ideario del fí­sico».

-P:¿Gozó la teorí­a de recepción inmediata y positiva?

-R: «Era más que natural que los fí­sicos decimonónicos quedasen petrificados y maravillados ante semejantes afirmaciones de principios del siglo XX, ya muy vapuleado con las novedosas orientaciones de las matemáticas, la pintura, la escultura y la música. Los jóvenes fí­sicos, todaví­a sin prejuicios, rebeldes a la autoridad, insumisos a la tradición y potenciales iconoclastas, con un puñado de fí­sicos maduros y mutantes le dieron una bienvenida fecunda, triunfal y militante».

-P:¿Ha habido innovaciones en la teorí­a?

-R: Hoy en dí­a, la teorí­a ha sido remozada, extendida y aplicada a todo lo que existe y se mueve, y cada dí­a se porta mejor. Lo que no quiere decir que en los siglos venideros sea reemplazada por otra teorí­a mejor y acorde con nuevos descubrimientos, sin duda, por esperar. Lo que sí­ es cierto, es que los logros de la moderna relatividad de Poincaré y Einstein conservarán su exactitud frente a una futura teorí­a, de la misma manera que los aportes de la canónica relatividad de Galileo y Newton son correctos en su dominio de aplicación, son mejorados y contenidos en la relatividad y en las otras relatividades por venir».

-P:¿Qué modificaciones o ajustes se han hecho a la relatividad?

-R: «Como es una teorí­a abstrusa y abstracta necesitó la creación de un lenguaje matemático adecuado e innovador. Desde el punto de vista fí­sico, la teorí­a no ha recibido modificaciones fundamentales, sólo la forma ha recibido algunos ajustes y sistematizaciones que la clarifican. Hasta ahora, todos los experimentos y observaciones han validado los vaticinios de la relatividad y no hay indicios premonitorios de que se deba abandonar o mutar a corto plazo».

RETROSPECTIVA Un joven Eisntein


Hace cien años, el 21 de septiembre de 1909 en Salzburgo (norte de Austria), el joven Albert Einstein presentó en público por primera vez su teorí­a de la relatividad, publicada en 1905.

Dichos trabajos, que revolucionaron la fí­sica, fueron acogidos en ese entonces más bien frí­amente por sus colegas.

En el gimnasio de la escuela Andrae, donde se llevó a cabo la reunión de investigadores en ciencias naturales y médicos alemanes, la famosa fórmula E=Mc2 (Energí­a igual a la masa multiplicada por la velocidad de la luz al cuadrado) no causó sensación. Los presentes no captaron su alcance.

Tras la intervención de Einstein sobre la naturaleza de la materia y de la radiación, uno de los más renombrados fí­sicos de la época, el alemán Max Planck, que conocí­a los trabajos de Einstein desde su publicación en Berlí­n, lanzó una animada discusión en medio de aquel público de futuros premios Nobel, que Einstein terminarí­a recibiendo en 1921.

Pese a las discusiones, Einstein, de sólo 30 años y quien participaba en su primer congreso, se encontraba en el umbral del reconocimiento internacional.

Empleado hasta entonces en la oficina de patentes de Berna, acababa de ser nombrado profesor en la capital suiza, luego lo fue en Zurich. Después continuarí­a sus trabajos en Berlí­n, antes de huir de los nazis en 1933 rumbo a Estados Unidos.