Carlos Castresana, titular de la CICIG, afirmó esta mañana ante la CIDH que tiene plenamente identificados a los líderes del crimen organizado en Guatemala.
gortiz@lahora.com.gt
El jefe de la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG), resumió esta mañana ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) el trabajo de la instancia internacional durante los primeros dos años de mandato en el país y resaltó las debilidades del Estado para el combate a la impunidad.
Gert Rosenthal, embajador de Guatemala ante Naciones Unidas, resaltó que el Estado de Guatemala debe hacer propia la misión de la Comisión Internacional.
MAPA CRIMINAL
Castresana fue enfático ante la CIDH al indicar que la CICIG, desde que cloncluyeron sus primeros dos años de mandato, tenía identificados a los aparatos clandestinos que operan y generan impunidad en el país.
«Ahí estaban nombrados e identificados esos grupos clandestinos con la idea de hacer un informe final de denuncia o con la idea de guardar esa información para explotarla en procedimientos penales, pero como se produjo la extensión del mandato hemos guardado esa información celosamente», declaró Castresana ante la CIDH.
El titular de la CICIG dijo, además, tener el plano de esas estructuras criminales que operan en el país: «Tenemos el mapa, sabemos cuáles son los grupos más importantes, quién controla qué y lo que vamos a procurar es elegir nuestros casos para llevarlos ante los tribunales en función del desmantelamiento de esas estructuras», enfatizó.
La idea de la instancia internacional, afirmó Castresana, es que en septiembre de 2011 Guatemala cuente con un grupo de funcionarios del sistema de justicia «confiables y capacitados», indicó.
PUNTOS DE VISTA
Manfredo Marroquín, analista en temas de seguridad de Acción Ciudadana, opinó que las declaraciones de Castresana reiteran el objetivo del trabajo de la CICIG en el país y que espera que la persecución y castigo a esos cuerpos ilegales sean efectivos.
«Lo que queda esperar es que la persecución y castigo a esos aparatos se traduzca en una reforma integral del Estado en Guatemala, porque las estructuras de los sistemas han permitido el surgimiento de las redes dedicadas a la criminalidad», aseveró Marroquín.
Por su parte, el embajador de Guatemala ante Naciones Unidas, comentó que las palabras de Castresana dejan ver los avances para la búsqueda de la seguridad y la justicia en el país y que la misión de la CICIG debe ser adoptada por el Estado.