Fuertes enfrentamientos estallaron hoy en la capital de Tailandia, donde centenares de policías antidisturbios lanzaron su intento más fuerte para desalojar a los manifestantes que protestan contra el gobierno, con un saldo de al menos cuatro muertos y 64 heridos.
Se escucharon varios disparos cerca de la oficina de la Primera Ministra, donde la policía —con cascos y chalecos antibalas— comenzó a retirar a los manifestantes y a desmantelar un escenario improvisado. Los testigos dijeron que alguien lanzó una granada contra la policía y que luego hubo tiros desde ambos bandos. La policía se retiró después de una serie de choques.
En otro golpe a la primera ministra Yingluck Shinawatra, la agencia estatal anticorrupción acusó hoy a la funcionaria de manejar inadecuadamente un cuantioso subsidio al arroz, con lo que la puso en peligro de ser despojada del cargo.
La Comisión Nacional Anticorrupción informó que el gobierno de Yingluck procedió con los subsidios pese a que expertos le advirtieron que el esquema empleado era propenso al dispendio y la corrupción.
El gobierno retrasó el pago a productores de arroz a quienes se les prometió vender su cosecha a precios superiores a los del mercado.
La comisión indicó que Yingluck fue llamada a escuchar los cargos el 27 de febrero. La comisión deberá decidir si el caso se envía al Senado para su posible destitución. De ser así, sería suspendida inmediatamente de sus funciones, a la espera de un juicio del Senado.
El gobierno electo de Yingluck ha estado tratando de evitar la violencia para prevenir que los militares traten de intervenir.
Tailandia ha sido sacudida por la agitación política desde 2006, cuando el hermano de Yingluck, el ex primer ministro Thaksin Shinawatra, fue derrocado por un golpe militar tras ser acusado de corrupción y abuso de poder. Desde entonces, sus partidarios y opositores han competido por el poder, a veces violentamente.
Los servicios de emergencias médicas de Erawan dijeron que tres civiles y un policía murieron. Agregó que 64 personas resultaron heridas durante los choques del martes, entre ellos periodistas de la agencia noticiosa española EFE y la televisora Phoenix de Hong Kong.
La violencia comenzó cuando la policía incursionó en varios sitios de protesta para detener y retirar a los manifestantes, que piden la renuncia de la Primera Ministra.
Los opositores han bloqueado el acceso a edificios gubernamentales desde fines del año pasado y han ocupado intersecciones importantes de Bangkok desde hace un mes. Hasta ahora las autoridades se habían abstenido de tratar de dispersar a los manifestantes por temor a que se desatara la violencia.
No obstante, el comando especial de seguridad del gobierno anunció ayer que trataría de recuperar cinco sitios bloqueados por los manifestantes.
Miles de policías, incluidos agentes antidisturbios armados, fueron desplegados por toda la ciudad el martes en una operación que el gobierno denominó «Paz para Bangkok».
Hoy por la mañana, 144 manifestantes fueron detenidos pacíficamente cerca del Ministerio de Energía, en la parte norte de la ciudad. Fueron llevados en vehículos policiales para ser interrogados, dijo el jefe del Departamento de Investigaciones Especiales Tharit Pengdit.
La operación se llevó a cabo un día después de que una corte civil recibiera una petición para autorizar que el gobierno decrete el estado de emergencia, lo que permite a la autoridad ejercer poderes amplios y detener a los opositores durante 30 días sin hacerles cargos.
Si la corte rechaza la petición, el gobierno deberá desmantelar el comando especial de seguridad que creó para ejecutar las medidas de emergencia.