Al menos 10 personas murieron y un centenar resultaron heridas en la colisión frontal entre dos trenes el viernes cerca de Los íngeles, el peor accidente ferroviario en tiempos recientes en la región de la segunda ciudad estadounidense.
«Hay diez muertos confirmados por el instituto médico legal. Esta cifra va a aumentar sin duda, porque seguimos en una fase de recuperación» de víctimas, declaró el alcalde de Los íngeles, Antonio Villaraigosa.
El alcalde había señalado horas antes que había «entre 10 y 15 muertos».
«Hay personas gravemente heridas que han sido transferidas a hospitales, hay personas que no han sido rescatadas de los restos del accidente, por lo que el número (de muertos) va a aumentar», explicó en conferencia de prensa cerca del lugar donde colisionaron un tren de pasajeros con uno de carga, Chatsworth (50 km al noroeste de Los íngeles).
«El número de heridos es difícil de estimar en este momento, sabemos que decenas de personas sufieron heridas, sin duda más de cien, pero no conocemos la naturaleza de las heridas», apuntó.
«Es probablemente el accidente de trenes más serio ocurrido en mucho tiempo», dijo el alcalde, al señalar que más de 300 bomberos fueron desplegados por el accidente.
Las autoridades locales decretaron un «estado de alerta táctica», que permite movilizar un máximo de recursos de los servicios de emergencia.
El choque frontal de los dos trenes se produjo a las 16H23 locales (23H23 GMT) a la altura del suburbio de Chatsworth. Cerca de cuatro horas tras el accidente, todavía los bomberos no habían podido rescatar a todas las víctimas de entre los vagones destrozados.
El choque provocó el descarrilamiento de un vagón del tren suburbano Metrolink y de siete vagones del aparato de carga de la compañía Union Pacific, así como de una locomotora.
El tren de pasajeros unía la estación central de Los Angeles con Moorpark, a 75 km al noroeste del centro de la gran ciudad californiana.
Los bomberos controlaron un incendio desatado en la locomotora tras la colisión, según imágenes de la televisora local ABC7.
Una portavoz de Metrolink, Denise Tyrrell, no pudo confirmar la cantidad de pasajeros que iba a bordo del tren, pero la estimó entre 350 y 400.
Los heridos, algunos evacuados en helicópteros hacia hospitales en la región, sufren traumatismos múltiples, indicó el capitán de los bomberos de Los Angeles, Armando Hogan, «sobre todo aquellos que fueron sacudidos» en los vagones durante el choque, explicó.
Uno de los principales hospitales de Los Angeles, el centro médico de la UCLA, hizo un llamado a donar sangre.
Los dos trenes estaban sobre la misma vía cuando ocurrió el accidente, indicó Tyrrell a ABC7.
«Ciertamente, algo no funcionó», dijo: «hubo una avería en alguna parte de la línea. Estas cosas no deberían ocurrir».
El accidente más grave de un tren suburbano en Los Angeles se remonta a enero de 2005, cuando un hombre abandonó sobre la vía su auto, contra el que colisionó un tren de Metrolink, hecho que dejó once muertos.