Chocan escuelas


Venezolanos y estadounidenses le apuestan al batazo grande.

Las semifinales del II Clásico Mundial de béisbol enfrentarán hoy y mañana a dos escuelas de béisbol, la asiática y la americana, parecidas en sus ambiciones y entrega en el terreno, pero diferentes en su enfoque del juego y en estrategia.


En el Dodger Stadium de Los íngeles Venezuela juega de local ante Corea del Sur hoy (22H00 GMT), y un dí­a después Japón, campeón defensor, recibe a Estados Unidos (00H00 GMT). Los ganadores de ambos partidos avanzarán a la final el lunes en el mismo parque.

Venezolanos y estadounidenses representan a una escuela americana de béisbol que gusta del batazo grande, jugadas espectaculares y un pitcheo dominante con predilección por los ponches.

Japoneses y sudcoreanos encarnan a una academia asiática caracterizada por la férrea disciplina, bateo de tacto, defensiva rutinaria pero efectiva, y lanzadores casi mecanizados en sus movimientos, pero con amplio pensamiento táctico a la hora de colocar sus enví­os en las zonas dolorosas de los rivales.

Método contra improvisación, paciencia asiática frente a picardí­a latina, ambas escuelas buscarán prevalecer en este Clásico.

Venezuela es el equipo más bateador de los cuatro semifinalistas, con .309 de promedio ofensivo (43 hits en 76 turnos al bate), y el segundo mayor jonronero del torneo, con 12 palos de vuelta entera (dos menos que el lí­der México), y segundo en carreras anotadas con 43.

«Mucha gente piensa que nuestro equipo sólo batea, pero miren las estadí­sticas del pitcheo para que se expliquen por qué estamos en semifinales», dijo el mánager venezolano Luis Sojo al terminar el entrenamiento del equipo este viernes en el Dodger Stadium.

La novena llanera tiene el segundo mejor promedio de pitcheo de la «final four» beisbolera (3,57), siendo sus pitchers los que más han trabajado en el torneo, pues en 63 innings han permitido 25 carreras limpias.

Sus rivales del sábado, los sudcoreanos, demostraron dominar como equipo las cinco herramientas fundamentales del béisbol: bateo de promedio, bateo de poder, velocidad en las bases, potentes brazos y efectivos fildeadores.

Tal vez eso explique por qué Corea es campeón olí­mpico, derrotando a Cuba en la final en Pekí­n-2008, y sea ahora considerado uno de los favoritos al tí­tulo.

Los peninsulares asiáticos no encabezan ningún departamento, pero han mantenido un rendimiento parejo en todos los sectores.

Su bajo promedio de bateo (.251) lo compensan con aceptable pitcheo (3,05 pcl) y robo de bases (8 en total, una menos que el lí­der Japón), aunque su defensa no ha sido tan efectiva como de costumbre (cuatro errores en tres juegos).

Estados Unidos tendrá un hueso muy duro en Japón, que ya anunció para ese encuentro a su astro Daisuke Matsuzaka, quien lleva dos triunfos en el torneo, uno de ellos genial ante Cuba.

Los norteamericanos llegaron a esta fase a base de palos -y una cuota de buena suerte en su partido decisivo ante Puerto Rico-, y tendrán que seguir acudiendo al tolete para clasificarse a la final.

Con promedio de bateo de .305 (4 en 71, 11 jonrones) la novena local tiene pésimo promedio de carreras limpias de 6,18.

Los estadounidenses no están muy preocupados de enfrentar al «Dice-K» Matsuzaka, y confí­an en que pueden descifrarle sus lanzamientos.

«En la temporada (de Grandes Ligas) nos estamos enfrentando a él todo el tiempo y jugando 20 partidos al año, lo conocemos bien», dijo Derek Jeter, capitán norteño. «Como quiera, será un desafí­o, porque es un gran pitcher».

Japón batea para .286 y es el conjunto con menos fuerza al bate, con sólo cuatro jonrones en siete partidos, pero su pitcheo es el mejor del torneo, con tan sólo 1,20 carreras limpias por juego, con ocho anotaciones limpias en 60 entradas, y 54 ponches repartidos.

«De joven siempre admiré al béisbol americano, a Babe Ruth y otros grandes, y aspiro que nuestro béisbol sea tan atractivo como el de ellos (las Grandes Ligas)», expresó el piloto japonés Tatsunori Hara.