Chirac pide una revolución


Revolución. El presidente francés, Jacques Chirac, pidió una revolución.

El presidente francés, Jacques Chirac, pidió hoy una revolución económica y polí­tica para hacer frente a los desafí­os del cambio climático en una conferencia internacional que se celebra en Parí­s y está destinada a impulsar la idea de una Organización de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente.


Con el fin de generar una movilización internacional en defensa del planeta, el mandatario francés, que en sus casi 12 años en el poder ha mostrado una gran inquietud por la protección medioambiental, invitó a Parí­s a 200 responsables de medio centenar de paí­ses.

La reunión coincidió con la publicación en la capital francesa del último informe del Grupo Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC, según sus siglas en inglés) que no es nada optimista sobre las consecuencias futuras del cambio climático provocado por el hombre, que serán un aumento de las temperaturas, el nivel del mar y los fenómenos meteorológicos extremos.

«El dí­a en que el clima cambiará y escapará a todo control está cerca. Estamos al lí­mite de lo irreversible», declaró Chirac en su discurso de apertura.

«Frente a esta urgencia, no hay tiempo para medidas tibias. Es hora de una revolución de nuestras conciencias, de nuestra economí­a y de nuestra acción polí­tica», agregó el mandatario.

La reunión «Ciudadanos de la Tierra», como fue bautizada por Chirac, desea determinar las acciones prioritarias para luchar contra estas amenazas que enturbian el porvenir del planeta.

Para ello se organizaron diferentes talleres de expertos en los que estarán presentes entre otros el viceministro mexicano de Medio Ambiente, Fernando Abad Tudela, y el embajador mexicano ante la ONU, Enrique Berruga, informaron fuentes diplomáticas en Parí­s.

«La ambición de esta conferencia es formar un grupo de paí­ses pioneros, dispuestos a impulsar el proyecto de una Organización de las Naciones Unidas para el medio ambiente y a convencer a los paí­ses que todaví­a dudan», explicó Chirac.

El proyecto, que goza del beneplácito de Europa, despierta el recelo de los grandes contaminadores del mundo, como Estados Unidos o China y de algunos paí­ses en ví­as de desarrollo, como Brasil o India.

En la apertura de la reunión participaron también el presidente de la Comisión europea, José Manuel Durao Barroso, la presidenta de la Asamblea General de la ONU, Sheikha Haya Rashed Al-Khalifa, la defensora de los chimpancés británica, Jane Goodall, o el lí­der ecologista francés, Nicolas Hulot.

Goodall, de 71 años, que hizo resonar en el salón del palacio de Elí­seo de Parí­s el saludo de un chimpancé de Tanzania, pidió que se deje de «robar el futuro a nuestros hijos».

Por su parte, Barroso subrayó que propondrá en la cumbre europea del mes de marzo la reducción del 30% de las emisiones de gas que provocan el efecto invernadero hasta 2020.

Según el informe del IPCC divulgado el viernes, el calentamiento del planeta «es debido con un 90% de probabilidad» a la mano del hombre y provocará un aumento de las temperaturas de entre 1,8 a 4 grados de aquí­ al 2100, lo cual traerá consigo una subida del nivel de los océanos de entre 18 a 59 centí­metros, precipitaciones y olas de calor frecuentes así­ como ciclones más violentos durante «más de un milenio».

Según Chirac hay que transformar los modos de producción y consumo de energí­a pero con un esfuerzo proporcionalmente repartido entre el norte y sur del planeta y con una ayuda especial a los paí­ses más pobres, que son los más afectados por el cambio climático.