El presidente francés, Jacques Chirac, afirmó hoy que la guerra en Irak, a la que su gobierno se opuso radicalmente, «ofreció al terrorismo un nuevo campo de expansión» y en ningún caso lo debilitó, como era la intención del mandatario estadounidense, George W. Bush.
«Tal y como Francia presentía, la guerra en Irak provocó una conmoción cuyos efectos no han terminado», declaró Chirac ante diplomáticos reunidos en París.
Francia fue uno de los más feroces opositores a la ofensiva militar estadounidense en Irak, que comenzó en marzo del 2003, y nunca envió tropas a este país.
«Esta guerra dio al terrorismo un nuevo campo de expansión», acusó Chirac, añadiendo que la «prioridad ahora más que nunca es devolver a los iraquíes su soberanía».
En un momento en que aquel país vive un clima de guerra civil y cuenta sus muertos por decenas prácticamente cada día, Bush ultima una nueva estrategia que podría incluir el envío de un mayor contingente militar con el fin de respaldar a los 130 mil soldados actualmente destacados en Irak.
Chirac subrayó que esta intervención armada «atiza la rivalidad entre las diferentes comunidades y quiebra la integridad de Irak».
«La guerra fragilizó la estabilidad de una región, en la cual cada país, en este momento, se preocupa por su seguridad y su independencia», agregó.
En la misma línea, Chirac criticó «los callejones sin salida provocados por el unilateralismo».
«Dentro de una misma generación hemos conocido el hundimiento del comunismo y después, los callejones sin salida del unilateralismo», declaró, refiriéndose de nuevo a la política exterior estadounidense.
El jefe de Estado francés considero que el «mundo multipolar» que él defiende a ultranza es una realidad con la ascensión de Brasil, China o India al «estatuto de grandes potenciales globales».
Según Chirac, «la emergencia de estos países pone fin al dominio que Occidente ejerció sobre el resto del mundo durante siglos y sin que nadie le hiciera sombra».
Marcando su preocupación hacia Oriente medio, Chirac reiteró su propuesta de celebrar una conferencia internacional que siente las bases de una negociación entre palestinos e israelíes.
Según el presidente francés, hay que terminar con el «fatalismo» en esta región especialmente castigada por la violencia y respetar la llamada Hoja de Ruta, plan de paz internacional para la región que hasta ahora nunca puso en práctica.
«Falta confianza y la comunidad internacional tiene la obligación de iniciar un proceso que permita restablecerla», declaró Chirac.
El jefe de Estado consideró que el llamado Cuarteto para Oriente Medio (EE.UU., ONU, Unión Europea y Rusia) debe celebrar una conferencia internacional, «no para dictar a las partes en conflicto los términos de un acuerdo sino para darles las garantías necesarias en materia de seguridad».
Con respecto a Líbano, Chirac confirmó que París será sede el 25 de enero una conferencia internacional destinada a obtener fondos para aquel país a cambio de reformas económicas y sociales.
Numerosas infraestructuras libanesas quedaron destrozadas cuando aquel país fue escenario, en julio de 2006, de violentos enfrentamientos entre la milicia chiíta de Hezbolá y el ejército israelí, que terminaron en agosto con un alto el fuego supervisado por una fuerza internacional de la ONU.