Dos meses después de abandonar su cargo, el ex presidente francés Jacques Chirac prestó declaración este jueves durante cuatro horas ante un juez en París, en el marco de una investigación sobre un caso de empleos ficticios que se remonta a sus años como alcalde de la capital.
Se trata de la primera declaración ante la justicia de Chirac, de 74 años, sustituido como jefe del Estado francés el 16 de junio por Nicolas Sarkozy.
Chirac declaró en calidad de «testigo asistido», una figura a medias entre un simple testigo al que la justicia no reprocha nada, y un imputado, dijo su abogado, Jean Veil, al precisar que la declaración se llevó a cabo «en un clima de serenidad» y «a veces de humor».
Hasta ahora nunca un ex presidente había tenido que responder a las preguntas de un juez. Chirac lo ha hecho pues su inmunidad judicial terminó el 16 de junio, excepto para el período que se refiere a su presidencia (1995-2007).
Chirac fue interrogado por el juez Alain Philibeaux de Nanterre (periferia oeste de París), a cargo del sumario, en las oficinas del ex presidente, en pleno corazón de París.
La declaración empezó hacia las 09H15 (hora local) y terminó hacia las 13H30, cuando Chirac abandonó el lugar a bordo de un vehículo marca Citroen CX azul marino.
El nombre de Chirac se ha visto asociado a varios casos político-financieros que se remontan a los años durante los cuales fue alcalde de París (1977-1995) y líder del partido conservador Reagrupación Por la República (RPR) –que posteriormente se convertiría en la gubernamental Unión por un Movimiento Popular (UMP)– y por los que ya han sido condenados algunos de sus colaboradores más cercanos.
El caso de los empleos ficticios es, potencialmente, el más conflictivo para el ex presidente. Se refiere a los salarios indebidamente pagados por la alcaldía de París a empleados que ya trabajaban para el RPR.
Los magistrados tienen en sus manos, concretamente, una nota firmada en 1993 por el propio Chirac en la que éste pedía recompensar a una empleada de la alcaldía de París por la calidad de su trabajo para un responsable del RPR.
El caso de los empleos ficticios ya se cobró ’víctimas’ políticas ilustres, como el ex primer ministro de Chirac, Alain Juppé, que en 2004 fue condenado a 14 meses de cárcel con remisión condicional y un año de inhabilitación para ejercer cargos públicos.
«Sólo veo muy normal y conforme a mi concepción de siempre de los principios republicanos» el hecho de responder a las «preguntas» del juez de instrucción responsable del caso, declaró Chirac en un artículo de opinión publicado el jueves por el diario Le Monde.
El ex jefe del Estado ya había asegurado estar a disposición de la justicia, «para responder a las preguntas que le sean útilmente planteadas» en el marco de asuntos anteriores a su época como presidente de la República.
Pero por el contrario, Chirac precisó que no prestará testimonio «sobre hechos ocurridos o conocidos durante su mandato» presidencial amparándose en la Constitución francesa, que prevé que «el presidente de la República no es responsable de actos realizados como tal».
A finales de junio, el abogado del ex presidente confirmó que Chirac no prestará declaración ante los jueces del caso ’Clearstream’ por denuncias calumniosas, que salió a la luz en 2006, o los magistrados responsables del caso ’Borrel’, el apellido del juez francés asesinado en 1995 en Yibuti.
En cambio, están abiertos varios sumarios concernientes al período prepresidencial de Chirac, que podría volver a ser convocado por la justicia.
Entre dichos sumarios figura el caso abierto en septiembre de 2006 sobre la compañía aérea Euralair. El ex jefe del Estado y sobre todo su esposa, Bernadette, podrían haberse beneficiado de billetes de avión gratis antes de la elección presidencial de 1995.
Jacques Chirac, ex presidente de Francia.