Chipre y Malta ya son parte de la Eurozona


Tassos Papadopoulos, presidente de Chipre, inaugura el servicio de extracción de euros en un cajero automático de ese paí­s, en el inicio del cambio de moneda hacia el euro.

Chipre y Malta, con un poco más de un millón de habitantes entre las dos, ingresaron el lunes a la medianoche a la Eurozona, divididos entre la voluntad de sus lí­deres de sacar ventajas económicas de la moneda única y el temor de la población a un alza de la inflación.


Ayer, Chipre a las 16:00 horas y Malta una hora más tarde (horas de Guatemala) se convirtieron en el 14º y 15º paí­s de la zona euro, un bloque que pasó a tener 318 millones de habitantes y que también está a la espera de una eventual integración de Eslovaquia en enero de 2009.

Chipre, con una población de 800 mil personas, y Malta, con una de 400 mil, dos islas del Mediterráneo y ex colonias británicas independientes desde los años '60, son pesos livianos de la zona euro, ya que sólo representan un 0,17%% y 0,06% de su Producto Interno Bruto (PIB), respectivamente.

No obstante, la operación implicó la emisión de más de 100 millones de billetes de euros y más de 500 millones de monedas, según los bancos centrales de ambos paí­ses.

Además, aunque el PIB per cápita de Chipre y Malta es inferior al promedio de la Eurozona (92% del promedio en Chipre, 71,5% en Malta), las dos islas ingresaron al bloque con un crecimiento económico sostenido -en torno a 4% cada una- y la aprobación de Bruselas en términos de preparativos.

Menos de cuatro años después de su adhesión a la Unión Europea (UE), parecen «bien preparados» para adoptar el euro, destacó la Comisión Europea.

En Malta, tras un periodo de colocación de precios en las dos monedas y la distribución de cientos de miles de calculadoras, la llegada de la moneda única fue objeto de celebraciones el lunes de noche, por ejemplo con fuegos artificiales sobre el puerto de La Valeta, la capital maltesa.

Los dirigentes polí­ticos de los dos paí­ses aguardan que la adopción del euro les acarree grandes beneficios económicos.

Malta, que perdió su estatus de paraí­so fiscal pero conservó un régimen impositivo atractivo, piensa aprovechar la ocasión para acelerar la marcha de su economí­a hacia los servicios industriales y la alta tecnologí­a.

La adopción del euro atraerá a los inversores, estimulará el crecimiento y aumentará la estabilidad monetaria, estiman los chipriotas.

Además el turismo, sector clave de la economí­a de la isla –la tercera del Mediterráneo en tamaño– atrae a varios europeos que no tendrán que pagar más tasas de cambio.

La llegada del euro es sin embargo percibida con inquietud por las poblaciones, que temen un alza de los precios, como sucedió en otros paí­ses.

«Psicológicamente, la gente espera lo peor», dijo Christofis Christofi, jefe de una tienda de ropa de Chipre.

Según los sondeos recientes efectuados por la UE, cerca de 70% de los chipriotas estiman que el euro implicará un alza de la inflación, actualmente de 3%.

El banco central chipriota asegura lo contrario, que «los precios van incluso a bajar» porque los supermercados ya anunciaron su decisión de redondear los precios al decimal inferior.

Frente a los riesgos de inflación, las autoridades maltesas multiplicaron los acuerdos rama por rama con los distribuidores y en las dos islas toda alza de los precios abusiva podrá ser denunciada.

En ambos casos, la moneda «saliente» es más «fuerte» que el euro: un euro equivale a 0,429300 liras maltesas, la moneda de Malta desde 1986, y a 0,585274 libras chipriotas.

Desde un punto de vista práctico, en Chipre, las libras podrán ser utilizadas hasta fines de enero. Pero según analistas, habrán desaparecido casi por completo de la circulación en 15 dí­as.

«Psicológicamente, la gente espera lo peor».

Christofis Christofi

jefe de una tienda de ropa de Chipre