¡Chipotazo!


Roberto Arias

Llegó el momento en el que el pueblo norteamericano tuvo la oportunidad de decir a su presidente George Walker Bush, fraudulentamente en el mando, cual es el verdadero sentir con respecto a su gestión como gobernante de ese enorme paí­s. Se lo dijo con un sonoro chipotazo en el hocico; lo bajó de la bicicleta como a cualquier mono de feria y, ya sabe Bush que pasará a la historia como lo que es: Un verdadero hijo de doña Bárbara de Bush. Veamos si no le aplican el impeachment, es decir, iniciar un proceso para su destitución como presidente de los Estados Unidos, por haber metido de cabeza a su paí­s en guerras y conflictos económicos, comerciales, étnicos y sociales contra otros paí­ses, con el consiguiente desprestigio norteamericano ante todas las naciones.

La dignidad y la decencia del pueblo norteamericano se hizo patente y se solidificó en las recientes elecciones legislativas. George Walker Bush se ha peleado con una buena cantidad de paí­ses en todo el mundo. Tiene serios conflictos con Latinoamérica, incluyendo la arrogancia de cercar todo el lado Sur de los EE.UU., es decir, toda la frontera con México, imitando las locuras de Pancho Villa, cuando éste soñaba con hacer una zanja en esa misma frontera, para dificultar el paso de los gringos hacia México. ¡Vaya manera tan estúpida de invertir el dinero de quienes allí­ pagan impuestos!

La demócrata Nancy Pelosi será la primera mujer en la historia en presidir la Cámara de Representantes. También ocupará el tercer lugar en la sucesión de la lí­nea presidencial. Es decir que si George Bush y Richard Chenney, por cualquier circunstancia quedaran imposibilitados ?ojalá- de ejercer la presidencia, la señora Pelosi serí­a la obligada a tomar el alto cargo, lo cual limpiarí­a al gobierno de su condición fraudulenta.

Nancy Pelosi, probablemente de ascendencia italiana, es una persona que aborrece la guerra y, a sus sesenta y seis años, empujará a los Estados Unidos hacia otra estructura polí­tica. Los norteamericanos votaron en contra de Bush y la guerra en Irak y, por lo visto, la señora Pelosi trabajará para iniciar el amortiguamiento de la injerencia estadounidense en Irak, aunque, poniéndonos entre sus zapatos, la cosa no es tan sencilla como parece porque esas órdenes emanan de la Casa Blanca. La masacre y el caos provocados por las órdenes de Bush crearon un conflicto que se les salió de las manos, tanto a los norteamericanos como a los iraquí­es y la situación pasó de gris a un verdadero color de hormiga.

Una de las acciones más importantes por su relevancia en el contexto es la «renuncia» del Secretario de Prensa y del Secretario de la Defensa, Donald Rumsfeld, el zopilote que avaló y asesoró a Bush, fundados en mentiras, para atacar a Irak y casi seguramente, uno de los que planearon el ataque a las Torres Gemelas del World Trade Center, el 11 de septiembre de 2001. Esto con la finalidad última de poner al pueblo norteamericano y a gran parte del público mundial con una visión altamente negativa hacia los paí­ses árabes y así­ obtener el ablandamiento de la conciencia norteamericana y mundial para realizar el ataque y el holocausto en Irak con impunidad relativa.