Un centenar de caballos de carreras fueron comprados este año en Japón por inversores chinos, con el objetivo de dar respuesta al interés creciente en el país vecino por la equitación, indicó hoy la Asociación de Caballos de Carreras del país nipón.
Tras ser prohibidos con la llegada al poder de los comunistas chinos en 1949, las carreras de caballos fueron de nuevo autorizadas en 2008, aunque las apuestas continúan siendo ilegales.
«La demanda procedente de China ha aumentado claramente desde principios de este año, con 96 ventas en total», declaró un responsable de esta asociación, que tiene su sede en Tokio.
«Un cliente chino compró 50 caballos en marzo y otros 28 el pasado mes», precisó, añadiendo que «otro empresario chino había adquirido 18 caballos en octubre, por unos 47 millones de yuans (415.000 euros)».
«No sabemos a qué se destinan estas adquisiciones, pero hemos escuchado que personas adineradas chinas organizan carreras privadas, como símbolo de su estatus social», comentó un responsable de la Asociación de Criadores de Caballos de Hidaka, en la isla de Hokkaido (norte de Japón).
En su opinión, estas actividades dejan un sentimiento contrapuesto. «Por un lado nos sentimos orgullosos de que clientes chinos compren nuestros caballos, pero por otro lamentamos que no tengan la oportunidad de participar en verdaderas pruebas hípicas», explicó.
«Para un criador, la mayor recompensa es ver a su caballo ganar una carrera, es lo que da valor a su descendencia», añadió.
En China existen varios proyectos para la construcción de hipódromos. Los inversores han solicitado que se levante también la prohibición de apostar en carreras de caballos.