China se entrena para aclamar a sus héroes en los Juegos



Los atletas no son los únicos que se preparan para los Juegos Olí­mpicos de Pekí­n en 2008 (8-24 agosto), pues miles de aficionados chinos se entrenan duro para estar listos para aclamar a sus héroes el dí­a D sin abuchear a los otros.

Lu Xiaoping aplaude y canta en compañí­a de 200 compañeros de la lecherí­a donde trabaja, durante las dos horas que dura su sesión de entrenamiento para los próximos Juegos Olí­mpicos.

«He aprendido mucho sobre la manera de aplaudir», explica. «Gracias a este programa, pienso que los aficionados chinos se comportarán mejor».

Como los Juegos serán el centro de todas las miradas, el gobierno chino no quiere que se repitan los incidentes ocurridos durante la Copa de Asia de fútbol en 2004, cuando hinchas chinos provocaron disturbios después de la derrota de su equipo en la final ante Japón. Ni los comportamientos observados en los partidos de básquetbol o de fútbol, donde los cánticos obscenos son frecuentes.

«Nosotros ganamos, nosotros aplaudimos; vosotros ganáis, nosotros abucheamos. No es justo», indica Zhai Yue, periodista que explicó a sus colegas las reglas de deportes individuales como el tenis y les dijo cuándo aplaudir o no hacer ruido.

Según Yue, los aficionados chinos deberí­an imitar a sus homólogos surcoreanos, quienes, con su entusiasmo, ayudaron a su equipo a alcanzar las semifinales de la Copa del Mundo de fútbol, organizada con Japón en 2002.

Li Jinglan, ex profesora de educación fí­sica, dirige el curso de aplausos e intenta sacar lo mejor a un grupo de trabajadores agotados en el auditórium de su empresa.

Poco a poco, Jinglan va captando la atención de su auditorio. Enseñar a las personas a comportarse, es según ella, importante pues los Juegos Olí­mpicos están lejos de las preocupaciones diarias de los chinos.

En el paí­s, el deporte es poco practicado. Aparte de las escuelas que forman a los futuros atletas, pocos son quienes encuentran el tiempo, el dinero o la ocasión de convertirse en aficionados.

«Lo que intentamos hacer es implicarlos», declara Li Jinglan. «China sólo ha comenzado a participar en los Juegos Olí­mpicos en 1984, así­ que nuestro conocimiento en este dominio es limitado».

Los periódicos, radios y cadenas de televisión emiten también programas indicando a los habitantes de Pekí­n cómo comportarse durante los Juegos.

Este esfuerzo, que se inscribe en una campaña más amplia destinada a presentar una imagen positiva del paí­s, prohibiendo por ejemplo escupir en las calles, aspira a borrar los malos comportamientos, según un responsable del Comité Organizador (BOCOG).

«Queremos que sean buenos aficionados que conozcan las reglas», explica Liu Jingmin, vicepresidente del BOCOG. «Si los atletas logran buenos resultados, queremos que aplaudan, independientemente del paí­s que representan».