China pidió hoy a Estados Unidos, durante un encuentro económico semestral, que intente solucionar sus problemas económicos antes de dar lecciones, empezando por la debilidad del dólar.
El valor del billete verde en el mundo entero es un problema más grave que el del yuan, que los occidentales consideran subevaluado, declaró el viceministro chino de Comercio, Cheng Deming, durante la tercera edición del «diálogo económico estratégico» que arrancó el año pasado.
«Actualmente me concentro más en la depreciación del dólar y en sus repercusiones sobre la economía mundial», añadió el viceministro.
Cheng destacó que la debilidad de la moneda estadounidense tenía consecuencias para el precio del barril de petróleo y los países cuyas reservas están monetizadas en dólares.
«Apoyamos un dólar fuerte», añadió el gobernador del Banco central, Zhu Xiaochuan, en rueda de prensa.
Al abrir la reunión, que se celebra en Xianghe, cerca de Pekín, el secretario estadounidense del Tesoro, Henry Paulson, pidió una vez más a China que se dotara de un sistema de cambio más flexible, por su propio interés.
Tras mencionar los riesgos relacionados con la inflación y el «posible calentamiento» de la economía china, el responsable estadounidense consideró que «una política de tasas de cambio más flexible (es) particularmente importante para la China actual».
Cheng Deming rechazó toda sugerencia de acelerar la apreciación del yuan.
«No nos opondremos nunca a su apreciación, pero no estamos a favor de una apreciación demasiado rápida», dijo, tras resaltar que este fenómeno «tendría repercusiones sobre la economía mundial».
El viceministro refutó una vez más que la presunta infravaloración del yuan sea la gran responsable del déficit de Estados Unidos, que a su juicio tiene causas estructurales.
El yuan se ha apreciado un 10% desde su reevaluación oficial en 2005, y sin embargo «el comercio sinoestadounidense no ha decrecido, más bien al contrario».
Por su lado, Zhu Xiachuan destacó los esfuerzos de su país, principalmente «un paquete de medidas estructurales» para atacar las causas de los desequilibrios, en comparación con Estados Unidos y sus males, como la «crisis de las subprimes» (créditos inmobiliarios de riesgo), «el exceso de consumo» y otros.
En todo caso, ambas potencias se mostraron de acuerdo en un punto: los peligros del proteccionismo.
«Las preocupaciones ante los efectos de la competencia extranjera (…) han provocado una subida del nacionalismo económico y de los sentimientos proteccionistas en nuestras dos naciones», declaró Paulson.
Por su lado, la viceprimer ministra china Wu Yi se mostró inquieta por «las propuestas de leyes proteccionistas» contra China que han sido presentadas ante el Congreso estadounidense.