China planea tomar medidas enérgicas el año próximo contra las fiestas suntuosas y seminarios organizados por funcionarios, con el objeto de aplacar la indignación popular por actos de corrupción y rumores de fiestas donde abunda el sexo y el alcohol a expenses de los contribuyentes.
A la par de la notable mejoría en la calidad de vida de muchos chinos, el boyante crecimiento económico de China ha conllevado una mayor diferencia entre ricos y pobres, así como a un alza en la corrupción, que ha provocado críticas indeseadas de la ciudadanía. El liderazgo comunista percibe cualquier descontento popular como una amenaza contra la estabilidad del gobierno.
Algunas de las fiestas han llegado a las noticias principales, entre otras cosas, porque han muerto funcionarios por exceso de licor en los banquetes. Un funcionario fue arrestado después de que escribió en un diario, el cual apareció en internet, sobre sexo fortuito, bebidas y sobornos en las fiestas.
Los viajes oficiales lujosos a Las Vegas y otros lugares con fondos de los contribuyentes chinos suman unos 400.000 millones de yuanes (58.000 millones de dólares) cada año, informó la cadena estatal CCTV. En uno de esos viajes hace dos años, los funcionarios usaron fondos públicos para pagar hoteles de 700 dólares la noche en Las Vegas y visitas a San Francisco para ver espectáculos sexuales.
El dispendio llegó a punto tal que el presidente Hu Jintao dio un discurso en abril advirtiendo a los funcionarios a evitar tentaciones con mujeres bonitas, dinero y poder.
Sin embargo, el gobierno ha dicho que hay poco avance. El gasto del dinero público en viajes al extranjero, fiestas y automóviles ha bajado en 5.700 millones de yuanes (860 millones de dólares) en 2010, según Wu Yuliang, principal funcionario del Partido Comunista que lucha contra la corrupción.
Wu dijo que 113.000 funcionarios fueron sancionados este año por corrupción y que más de 4.300 casos fueron transferidos a las autoridades judiciales para posibles acciones legales.
En una conferencia de prensa el miércoles, Wu habló específicamente de fiesta lujosas, alegando que ya hay una campaña para «erradicar el fenómeno de extravagancia y el desperdicio».
China ha realizado numerosas campañas contra los chanchullos en años recientes. En algunos casos, jueces y personajes de alto nivel fueron condenados a dos años de prisión.
Sin embargo, algunos críticos dicen que las irregularidades están demasiado insertadas en el sistema y que no puede ser compuesto con regulaciones.