Con más de 11% de crecimiento en el primer semestre, la economía china continuó prosperando a un ritmo desenfrenado que refuerza los temores de un sobrecalentamiento y augura nuevas medidas restrictivas del gobierno.
El Producto Interno Bruto (PIB) chino tuvo una progresión de 11,5% entre enero y junio y de 11,9% en el segundo trimestre, impulsado siempre por las gigantescas exportaciones.
La última vez que la economía tuvo este ritmo de crecimiento fue en 1994, cuando la cifra para todo el año fue de 13,1%. La semana pasada, China revisó al alza su tasa de crecimiento económico en 2006 a 11,1%, contra 10,7% anteriormente.
A este ritmo, China destronaría a Alemania como tercera economía mundial a fines de año, tras haber dejado atrás a Gran Bretaña y Francia en 2005.
Según el Banco Mundial, el PIB de Alemania se elevaba a fines de 2006 a 2,9 billones de dólares (2.900 millardos) en un año, mientras que el del gigante asiático alcanzó los 1,4 billones de dólares (1.400 millardos) sólo en el primer semestre.
Un portavoz de la Oficina Nacional de Estadísticas china advirtió que este crecimiento galopante forzaría al gobierno a fortalecer su política para luchar contra el calentamiento económico.
«Seguiremos reforzando y mejorando las medidas de control macroeconómico», dijo.
El diario China Securities Journal estimó por su lado en portada que «es cada vez más evidente que el crecimiento está pasando de un ritmo relativamente rápido al sobrecalentamiento».
«Vemos que la economía está sobrecalentada, esperamos que el gobierno adopte medidas rápidamente», subrayó Li Huiyong, economista de Shenyin Wanguo Securities en Shanghai.
Pekín ya adoptó una serie de acciones este año para frenar la locomotora, entre ellas dos alzas de las tasas de interés, cinco alzas de las tasas de reservas obligatorias de los bancos y medidas fiscales para intentar frenar sus exportaciones.
Hong Liang, economista de Goldman Sachs basado en Hong Kong, espera que el gobierno aumente por tercera vez sus tasas de interés -actualmente en 27%- de aquí a fin de mes.
No obstante, subrayó, los ajustes necesarios podrían verse aplazados a raíz del calendario político, ya que el Partido Comunista prepara su 17º Congreso en otoño.
China desea tener un crecimiento que dependa menos de las exportaciones y más del consumo interno, y que sea más respetuoso del medio ambiente.
Un excedente comercial récord en junio (26.910 millones de dólares, unos 20.000 millones de euros), que ubica a China en la vía de un desempeño nunca visto en las exportaciones en 2007, podría envenenar un poco más las relaciones con sus dos principales socios comerciales, Estados Unidos y la Unión Europea.
Además, la inflación subió en junio a 4,4% (3,2% para los primeros seis meses), superando el objetivo anual de las autoridades (3%). Las autoridades echaron la culpa al alza de los precios del cerdo en China, la carne más consumida por la población.
Este fuerte crecimiento sería asimismo un obstáculo a la hora de edificar una economía menos voraz en el consumo de energía.
«La tasa de crecimiento es tan elevada que el objetivo de reducir el consumo de energía (por unidad de PIB) en 20% de aquí al 2010 no podrá conseguirse», afirmó Qi Jingmei, investigador del Centro de Información del Estado, un centro dependiente del Consejo de Estado (gobierno).