China se ubicará a fines de este año en el segundo lugar de los países que dedican más inversiones a la investigación y el desarrollo (I D), sólo por detrás de Estados Unidos y superando por primera vez a Japón en este ámbito.
Con cerca de 136 mil millones de dólares dedicados a I D en 2006, según proyecciones de la OCDE divulgadas hoy, este presupuesto superará al de Japón (unos 130 mil millones), aunque queda bastante por detrás del de Estados Unidos (unos 330 mil millones).
«La rapidez de la progresión de China en términos de gastos I D y de empleo para investigadores es espectacular», declaró en un comunicado Dirk Pilat, jefe de la división de política científica y tecnológica de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), de la que China no es miembro.
En estos últimos años, China acrecentó sus esfuerzos para pasar del estatuto de «taller del mundo» al de una economía del conocimiento.
De 1995 a 2004, según las estadísticas de la OCDE, sus gastos en I D –calculados en porcentaje del PIB– se duplicaron, pasando de 0,6% a 1,23%.
En el mismo período, el número de investigadores en China aumentó 77%, para sumar 926 mil. Sólo Estados Unidos supera esta cifra, con 1,3 millones de investigadores, según esta organización, cuya sede se encuentra en París.
China, con 1.300 millones de habitantes, tiene una de las economías con mayor crecimiento del planeta, por encima del 10% a ritmo anual. En 2005 tuvo un crecimiento del 9,9%, que permitió al gigante asiático convertirse en la cuarta potencia económica mundial por delante de Gran Bretaña y Francia (Estados Unidos, Japón y Alemania ocupan los primeros tres puestos).
«Para no dejarse distanciar, los países de la OCDE deben reforzar la eficacia de sus sistemas de investigación e innovación (…), en un contexto mundial en el que se acreciente la competencia», afirmó Pilat al presentarse el informe 2006 «Perspectivas de la ciencia de la tecnología y de la industria».
México es el único país latinoamericano miembro de la OCDE, organización que agrupa en total a 30 naciones democráticas y desarrolladas.
Siempre según las previsiones de la OCDE, la Unión Europea (con 15 Estados, sin contar los 10 más recientemente llegados) debería dedicar algo más de 230 mil millones a la investigación y el desarrollo.