El gobierno chino insistió hoy en que «más del 99%» de sus exportaciones son seguras, después de que Estados Unidos retirase un millón de juguetes de la conocida marca Fisher-Price fabricados en el gigante asiático por posible toxicidad en su pintura.
«Más del 99% de los productos exportados de China son de buena calidad y seguros», dijo el ministro de Comercio, Bo Xilai, en un comunicado difundido en internet.
«Esperamos que las partes involucradas manejen los productos chinos de manera objetiva, justa y racional. Esto no debería afectar el desarrollo normal del comercio», añadió.
Según Bo, «China otorga gran importancia a la calidad y la seguridad de sus productos».
Los comentarios fueron colgados en el sitio web luego de que Fisher-Price anunciara el miércoles que retiraba 967.000 juguetes vendidos en tiendas estadounidenses entre mayo y agosto de este año, incluidos juguetes de las populares franquicias Sesame Street y Dora la Exploradora.
«La pintura en algunos de estos productos podría contener plomo en exceso de los niveles autorizados», dijo la compañía en un comunicado.
En las últimas semanas creció la preocupación en Estados Unidos por la seguridad de los productos chinos. En junio ya se retiró otro millón y medio de juguetes. También se bloquearon partidas de dentríficos. Además, miles de mascotas resultaron envenenados por aditivos en alimentos importados de China.
La Comisión de Protección de los Consumidores de Estados Unidos instó a «retirar inmediatamente los juguetes a los niños».
Algunos de los artículos son instrumentos musicales de juguete y la mayoría de las figuras salen en la programación infantil de la televisión estadounidense.
Fisher Price precisó que los juguetes afectados proceden de un único fabricante, del que no dio el nombre ni su ubicación en China, y pidió excusas a los compradores
En junio, el importador de juguetes estadounidense RC2 Corp llamó a retirar 1,5 millones de pequeños trenes de madera por su pintura (sospechosa de tener igualmente alto índice de plomo). Estos juguetes habían sido vendidos desde enero del 2005.
El plomo es tóxico y muy perjudicial para la salud de los niños, a los que puede causar problemas vasculares y neuronales.
En las últimas semanas ha aumentado la preocupación por la seguridad de los productos chinos, entre ellos dentríficos.
Además miles de mascotas en Estados Unidos resultaron envenenados por aditivos en alimentos importados de China.