El Partido Comunista de China anunció que flexibilizará su norma de que las parejas sólo pueden tener un hijo y abolirá los campamentos de trabajos forzados.
La agencia oficial de noticias Xinhua informó hoy que el partido publicó un documento clave que dice que ahora las parejas podrán tener dos hijos si uno de los padres es hijo único.
Xinhua agregó que el gobierno abolirá el muy criticado sistema de campamentos de trabajos forzados.
Los cambios figuran en un documento difundido por Xinhua tras una reunión de cuatro días de los dirigentes partidistas hasta el martes en Beijing. El documento aspira a trazar la política económica china en los próximos años.
Los campamentos de trabajos forzados — o de «reeducación mediante el trabajo» — fueron establecidos para reprimir a los primeros críticos del Partido Comunista pero son ahora usados por los mandatarios locales contra las personas que desafían su autoridad en temas como los derechos a la tierra y la corrupción.
Pu Zhiqiang, un destacado abogado de Beijing que ha representado a varios antiguos detenidos de esos campamentos y desea que las víctimas sean compensadas, ensalzó la abolición del sistema extralegal.
«Hubo muchos métodos usados recientemente por este gobierno que van contra el imperio de la ley, y no respetan los derechos humanos, o la libertad de expresión, pero la abolición de los campamentos de trabajos forzados hace mucho más difícil a la policía poner a esta gente que reprime en los campamentos de trabajo», dijo Pu. «Esto es progreso».
La política de planificación familiar de China limita a la mayor parte de las parejas urbanas a un hijo y dos en las zonas rurales si el primero es una niña.
La nueva política permitirá dos hijos por familia si uno de los padres era hijo único.
El gobierno chino mantiene que la política de un solo hijo adoptada en 1980 evitó centenares de millones de nacimientos y sacó a infinidad de familias de la pobreza. Empero, el rígido límite causó abortos forzosos y esterilizaciones, pese a que dichas medidas son ilegales. Las parejas que violan la norma encaran cuantiosas multas, confiscación de sus bienes y pérdida del empleo.
El año pasado, el centro de investigación del gobierno pidió a los líderes de China que comenzaran la derogación de esa política y permitieran dos hijos por familia para el 2015, indicando que el país pagó un «enorme costo político y social».
La Fundación de Investigación para el Desarrollo de China dijo que su política creó un conflicto social, elevados costos administrativos y ocasionó indirectamente un desequilibrio de género debido a los abortos ilegales de fetos femeninos y el infanticidio de niñas por parte de los padres apegados a la tradición de un hijo varón.
En China hay 310 campos de trabajos forzados con unos 310.000 prisioneros y 100.000 empleados, según informó hace unos meses la televisora estatal CCTV.