Chile diseñó para 2009 el presupuesto más austero de los últimos seis años, con un 5,7% de expansión del gasto, en un intento de contener la inflación y hacer frente a la crisis de los mercados mundiales, para la cual asegura estar en un «buen pie».
El incremento del gasto público para el próximo año es casi 3 puntos porcentuales menor a la expansión en los presupuestos de 2007 y 2008 pero no sacrifica la inversión social, según explicó el ministro de Hacienda, Andrés Velasco.
«En este presupuesto el gasto total crece 5,7%. Fíjense bien: en medio de esta crisis internacional, no sacrificaremos sino que aumentaremos los recursos para las personas», señaló Velasco, en un mensaje al país la noche del domingo.
«Los presupuestos de años anteriores fueron ambiciosos pero también fueron responsables. Para resguardarnos de la crisis internacional, asegurar que la inflación baje y que el empleo siga creciendo, en 2009 debemos ser aún más rigurosos», explicó el ministro.
Para el próximo año se proyectó una expansión de 7,8% en el gasto social, destinado principalmente a educación y obras públicas.
Moderar el gasto fiscal no es sin embargo una tarea fácil para el gobierno de la presidenta Michelle Bachelet, que enfrenta este año elecciones municipales y el próximo los comicios generales que definirán a su sucesor.
Las arcas fiscales están a su vez en uno de sus mejores momentos, tras el superávit fiscal de casi 22.000 millones de dólares acumulados sólo en los dos últimos años por el incremento en el valor del cobre, del cual Chile es el primer productor mundial.
El exceso de recursos ha alimentado presiones desde distintos sectores sociales, pero con una inflación que bordea un 9,3% anual -lo más alto en 16 años- el margen de los desembolsos públicos se ha limitado.
El aumento de los precios domésticos comenzó a acelerarse hace dos años, como consecuencia del encarecimiento de los alimentos y los combustibles, y hoy es la principal preocupación de las autoridades económicas.
«Reducir la inflación no es tarea fácil. No será posible de un día para otro», dijo el ministro de Hacienda.
Las autoridades confían en que los precios tenderán a moderarse en los próximos meses y que el crecimiento de la economía rondará el 4,5%.
La robustez del sistema financiero chileno y el adecuado manejo macroeconómico dejan además a la economía chilena «en un buen pie» para enfrentar la actual crisis internacional, según las autoridades, aunque economistas estiman que tendrá algún impacto.
«Con todo, nuestro país está en buen pie para responder a la crisis», dijo Bachelet en un reciente viaje a las Naciones Unidas.
«No estoy diciendo que no tiene ningún efecto, porque eso es imposible, pero creo que el efecto es relativamente menor», agregó la mandataria.
Para economistas, la economía chilena se vería impactada por una caída en los términos de intercambio y la cotización del cobre, que este lunes bajó de los tres dólares por libra en la Bolsa de Metales de Londres.
«Los sólidos fundamentos de la economía chilena y la gran diversificación de su comercio exterior le permitirán mitigar los efectos de la crisis», señaló este lunes el vicepresidente del Banco Central, Jorge Desormeaux.
«La crisis nos va a tocar porque somos parte de una economía global», opinó por su parte el ex ministro de Hacienda chileno, Eduardo Aninat.