El vicepresidente estadounidense Dick Cheney intentó el miércoles tranquilizar a Japón, el más fiel aliado de Washington en Asia, escéptico tras la firma en Pekín de un acuerdo multipartito sobre la crisis nuclear norcoreana.
Según Cheney, el acuerdo de Pekín, por el que Pyongyang se compromete a desmantelar sus instalaciones nucleares a cambio de una importante ayuda energética, es «un buen primer paso» hacia la desnuclearización de Corea del Norte.
Sin embargo, Japón se niega a participar en la financiación de este acuerdo mientras no constate avances en el caso relacionado con sus ciudadanos secuestrados por Corea del Norte durante la Guerra Fría.
El ministro de Asuntos Exteriores nipón, Taro Aso, elevó el tono el miércoles afirmando que Japón no excluye aplicar sanciones adicionales a Corea del Norte si este país no realiza esfuerzos «sinceros» para resolver este conflicto político particularmente sensible para Japón.
El primer ministro Shinzo Abe relativizó las declaraciones de su ministro de Exteriores, que prometía «hacer todo lo posible» para que las discusiones progresen, en vez de hablar de sanciones.
A Japón le cuesta esconder la indignación que le produjo la firma del acuerdo de Pekín, que sin embargo firmó, y que podría aislarlo.
Japón no apreció demasiado que la diplomacia norteamericana haya negociado directamente con el régimen comunista de Corea del Norte para alcanzar un acuerdo en Pekín.
«Las relaciones entre nuestros dos países nunca han estado mejor que ahora. Los Estados Unidos de América están orgullosos de poder afirmar que Japón es uno de sus aliados más cercanos», declaró Cheney a sus interlocutores japoneses.
Asimismo, el número dos norteamericano agradeció a Tokyo por la ayuda aportada en Irak y en Afganistán.
Cheney subrayó además que «el pueblo americano no apoyaría una política de retirada» de Irak.
La intervención estadounidense en Irak fue objeto de críticas, poco frecuentes, de parte de algunos dirigentes japoneses, entre ellos, el ministro de Defensa Fumio Kyuma.
Según una encuesta publicada el martes por el periódico de izquierda Asahi, 57% de los japoneses comparten la opinión de su ministro de Defensa sobre las operaciones de Estados Unidos en Irak.
Después de su visita a Japón, Cheney viajará el jueves a la isla de Guam, en el Pacífico, para reunirse con soldados norteamericanos, y a Australia, otro aliado de Estados Unidos.