Los presidentes, iraní, Mahmud Ahmadinejad, y venezolano, Hugo Chávez, se reúnen hoy en Caracas para abrir nuevas vías de cooperación y reafirmar su sólida relación política en momentos en que se aviva el recelo internacional ante el programa nuclear de Teherán.
Ahmadinejad llegó anoche a Caracas y fue recibido en el aeropuerto por el ministro de Relaciones Exteriores, Nicolás Maduro. Su reunión con Chávez está prevista para esta tarde cuando ambos clausurarán un foro empresarial binacional que se celebra desde el lunes en Caracas.
Un total de 70 nuevos acuerdos en ámbitos como el agrícola, alimentario, industrial, energético, científico o cultural se están evaluando por expertos de ambos países.
Ahmadinejad y Chávez han estrechado sus relaciones en los últimos años. Esta alianza, calificada de «estratégica» por el líder venezolano, es vista por muchos como un desafío a Estados Unidos.
En estos días, Ahmadinejad subrayó que la unión entre «naciones revolucionarias como Irán y Venezuela» era «necesaria».
En el ámbito político, Venezuela ha defendido el derecho de Teherán a desarrollar la energía nuclear con fines pacíficos. Además, Chávez respaldó firmemente a su «amigo y hermano» iraní tras su triunfo en las elecciones de junio, que provocó violentas revueltas.
Su visita a Caracas coincide con la noticia de que los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU más Alemania preparan una resolución que la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA) votará a finales de semana en la que condenan a Irán por ocultar la existencia de una segunda planta de enriquecimiento de uranio.
La AIEA no adopta una resolución sobre Irán desde febrero de 2006 pero la noticia de esta segunda planta ha desatado la cólera de Rusia y China, aliados del régimen iraní.
Durante su gira latinoamericana, que ya le llevó a Brasil y Bolivia, Ahmadinejad consiguió el apoyo de estos dos países al derecho legítimo de los países para el «uso y desarrollo de energía nuclear con fines pacíficos».
Pero los dirigentes brasileños y bolivianos también le subrayaron la necesidad de que estos programas se realicen «con pleno respeto a los acuerdos internacionales».
En el ámbito económico, Venezuela e Irán, ambos miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), lanzaron proyectos comunes como un banco binacional además de programas para construir viviendas, ensamblar bicicletas, automóviles y tractores o producir alimentos.
Durante su última visita a Teherán en septiembre, Chávez firmó un acuerdo para exportar 20.000 barriles diarios de gasolina a Irán a partir de octubre.
La llegada de Ahmadinejad a Caracas provocó la protesta de la comunidad judía y de un grupo de opositores venezolanos, que previeron manifestaciones este miércoles.
Para los detractores políticos del presidente venezolano, Ahmadinejad es un «indeseable dictador» que «desconoce las libertades fundamentales de su pueblo» y cuya alianza con Chávez es «peligrosa».
«Los demócratas venezolanos repudiamos la visita que realiza a Venezuela el indeseable dictador iraní Mahmud Ahmadinejad», señalaron en un comunicado los partidos opositores agrupados en la Mesa de la Unidad.
Para la comunidad judía de Venezuela, Ahmadinejad es un «ominoso personaje» al que si no se pone freno «podría resultar en mayores desgracias para la humanidad».
El consejo de gobernadores de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA) examinará mañana y el viernes en Viena la política nuclear de Irán, que impacienta a las grandes potencias con sus demoras en dar una respuesta a una propuesta de compromiso para el enriquecimiento de uranio.