El presidente venezolano Hugo Chávez será recibido el próximo martes en París en visita oficial por el presidente Nicolas Sarkozy, en momentos en que sube el tono en una disputa con Madrid, hasta ahora su interlocutor privilegiado en la Unión Europea.
Chávez y Sarkozy, que se encontrarán por primera vez, comparten la prioridad de concluir un canje humanitario de unos 50 rehenes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC-comunistas), incluida la ex candidata presidencial colombiana Ingrid Betancourt, por unos 500 guerrilleros presos.
A pedido del presidente colombiano Alvaro Uribe y con el apoyo de Sarkozy, Chávez emprendió en agosto pasado una mediación con las FARC para el canje.
El presidente venezolano espera poder llevar a París una prueba de vida de Ingrid Betancourt y de los demás rehenes, como un primer gesto de las FARC.
«Ya hay un canal establecido para que llegue la fe de vida», dijo Chávez el martes a corresponsales extranjeros y añadió: «Ojalá que llegue antes de la visita, ojalá lo más pronto posible (…) tan pronto me llegue lo haremos público».
Paralelamente, Chávez subió el tono en su disputa con España.
«En este momento yo estoy sometiendo a una profunda revisión las relaciones políticas, diplomáticas y económicas con España», declaró el miércoles a una televisora.
Francia es el tercer país inversor en Venezuela, después de Estados Unidos y España, según la embajada de Francia en Venezuela.
En la noche del martes pidió al rey Juan Carlos que «lo menos que debería hacer es ofrecer excusas a Venezuela y a los demás jefes de Estado de Iberoamérica», por haberle mandado callar en la sesión final de una cumbre en Santiago de Chile, el sábado pasado.
Chávez visitará Teherán el día antes de París. Recientemente, Estados Unidos, Francia y Alemania se pusieran de acuerdo en la posibilidad de una tercera ronda de sanciones para intentar detener el programa nuclear iraní.
En el plano interno, Chávez está en dificultades. Dirige una difícil campaña para convencer a un desconfiado electorado de que el 2 de diciembre le apruebe en un referendo una reforma constitucional que refuerza sus poderes y autoriza su reelección indefinida para transitar hacia el socialismo.
Mientras tanto, las relaciones con Francia pasan por un buen momento, tras la solución de una controversia con la petrolera Total, que se quedó en Venezuela y sigue explotando el crudo extrapesado en la faja del Orinoco, después de que el gobierno tomara el control de la empresa mixta en la que participa.
Además, Total fue indemnizada tras haberse retirado de la explotación de un campo en el este del país.
Chávez afirmó que espera «fortalecer» la relación con Francia, después de que «se fortalecieron mucho en los años del presidente Jacques Chirac».
En sus gestiones para el canje, el presidente venezolano ha logrado avances.
En los últimos días se reunió en el palacio presidencial de Miraflores con uno de los siete miembros del secretariado de las FARC, el comandante Iván Márquez, quien prometió la prueba de vida de los rehenes.
Sarkozy no había tenido éxito con una iniciativa que tomó en junio, poco después de asumir funciones, por la que obtuvo de Uribe la liberación de un «diplomático» de las FARC, Rodrigo Granda, y de 200 guerrilleros, con la esperanza de una contrapartida del grupo armado que nunca llegó.
Esperaba obtener, por primera vez en cuatro años, una prueba de vida de la franco colombiana Betancourt, cuyo cautiverio conmociona a Francia.
Nada ocurrió hasta que la senadora colombiana Piedad Córdoba, designada facilitadora por Uribe, pidió en agosto ayuda a Chávez, que mantiene una actitud neutral en el conflicto colombiano y tiene coincidencias ideológicas con las FARC.
Inmediatamente, Chávez habló por teléfono con Sarkozy, el 29 de agosto, y obtuvo su apoyo. Al día siguiente Uribe, que públicamente ha mantenido su línea dura, le pidió que mediara.
El martes, Uribe pidió a Chávez y Sarkozy que cuando conversen en París recuerden «que el grupo terrorista que tiene secuestrados a la doctora Ingrid Betancourt, a tantos ciudadanos colombianos y a tres norteamericanos, es el grupo terrorista que ha recibido cualquier clase de favores de la comunidad internacional».
«Es el grupo terrorista que tuvo durante más de casi 4 años 42 mil kilómetros del territorio de Colombia a disposición; es el grupo terrorista que asesinó a los 11 secuestrados», diputados provinciales, añadió.