Una cumbre regional antidrogas de los países de la región del Caribe, comenzó esta mañana en el balneario colombiano, con seis presidentes y delegados de 24 países, pero con la ausencia del mandatario venezolano Hugo Chávez.
Chávez, quien había anunciado el jueves que viajaría a Cartagena, cambió de planes a último minuto debido a la necesidad de atender planes de su agenda interna, según la cancillería colombiana.
La reunión fue instalada por los presidentes de República Dominicana, Leonel Fernández y el anfitrión, Alvaro Uribe, quienes invitaron a los países de la región del Caribe a afinar los instrumentos de cooperación judicial e incluso de operaciones conjuntas contra las mafias del narcotráfico.
«El 55% del tráfico de narcóticos que se dirigen hacia Estados Unidos, desde Sudamérica, atraviesa la región del Caribe», señaló el canciller colombiano Jaime Bermúdez para resaltar la importancia de la cumbre.
El presidente mexicano Felipe Calderón, quien llegó la madrugada del jueves a Cartagena, se entrevistó a primera hora de la mañana con Uribe en la Casa de Huéspedes del fuerte de San Juan de Manzanillo.
«Fue un diálogo cordial, en que primaron los temas de la cooperación bilateral y la lucha contra las drogas», según un funcionario de la presidencia colombiana, que requirió el anonimato.
Los presidentes de Panamá, Martín Torrijos y de Guatemala, Alvaro Colom, fueron los últimos en llegar de los seis mandatarios que asisten al encuentro, que finalizará en la tarde con la firma de una declaración en la que los 24 países ratificaran sus compromisos en el control de la producción, distribución y consumo de narcóticos.
«Hay una conciencia generalizada de que esta lucha contra el narcotráfico tiene que ser regional, de mucha cooperación e intercambio», señaló Colom.
Por su parte, Torrijos dijo que espera que más allá de una declaración retórica de Cartagena salga un compromiso de un plan de acción efectivo.
A la cumbre también asiste el presidente de El Salvador, Elías Antonio Saca.