El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, hizo un llamado a sus compatriotas a «radicalizar nuestra revolución», al conmemorar el quinto aniversario del golpe que lo desalojó del poder durante dos días en 2002.
«Llamo a los venezolanos a radicalizar nuestra revolución. Debemos alejarnos de las ideas de que la política es el arte de lo posible, o que hay que buscar el consenso, que si es posible hay que llegar a acuerdos», dijo Chávez en un mensaje nocturno transmitido en cadena por la televisión.
«Nunca nos aceptarán, ni el imperio norteamericano ni la oligarquía criolla», dijo Chávez al sostener que no hay «caminos de entendimiento».
«Si alguno de nosotros continúa en ese error, que salga de ese error», exclamó.
«Radicalización revolucionaria, socialismo verdadero, revolución antiimperialista, ese el camino», agregó el mandatario, al asegurar que «el imperio norteamericano es el enemigo. No descansa ni descansará para tratar de detener la revolución».
Poco antes, Chávez encabezó una misa en Caracas que rindió tributo a las personas que murieron el 11 de abril de 2002.
Ese día se desató un tiroteo en una marcha opositora que mató a 19 personas e hirió a más de cien, entre partidarios opositores y chavistas.
Tras las muertes ocurridas en la marcha, algunos militares de alto rango desconocieron al gobierno de Chávez entre la noche del once y la madrugada del 12 de abril, e impulsaron el golpe de Estado que sacó por 47 horas del poder al presidente Chávez.
El 12 de abril el empresario Pedro Carmona se autoproclamó presidente, y emitió un único decreto que disolvió todos los poderes públicos y democráticos. Para el 13 de abril, oficiales leales al presidente destituido organizaron un contragolpe que terminó con la detención de Carmona -que hoy vive exiliado en Colombia- y la restitución de Chávez, quien estaba en poder de militares insubordinados.
Entre el 11 y el 14 de abril las muertes aumentaron a casi 50 en saqueos y represión en zonas populares.