El presidente venezolano, Hugo Chávez, lanzó hoy, a un día de unas cruciales elecciones legislativas, una tarjeta de crédito para promover el «consumo necesario», con la que los ciudadanos podrán comprar productos financiados y a bajos precios en la red estatal de comercios.
La tarjeta, denominada «cédula del buen vivir», permitirá «combatir la especulación y crear una cultura del consumo necesario», dijo Chávez.
«Esto es parte de una batalla cultural, no es sólo la tarjeta para que vayas a adquirir en un abasto lo que necesites o para que vayas a hacer turismo barato», dijo el mandatario.
Chávez explicó que la tarjeta servirá para comprar alimentos y electrodomésticos en la red estatal de abastos Bicentenario, conformada por los antiguos supermercados í‰xito y Cada, cuya expropiación fue anunciada a inicios de año y que ahora forman parte de la Corporación de Mercados Socialistas (Comerso).
Cada tarjeta financiará un monto entre 1.000 bolívares (385 dólares a la tasa de 2,6 bolívares y 230 dólares a la tasa de 4,3) y 3.000 bolívares (1.150 dólares a 2,6 y 700 dólares a 4,3) y tendrá una tasa de interés de 15% a 24 meses, cuando una tarjeta de crédito normal cobra un 29% de interés.
En Venezuela existen actualmente dos tasas de cambio: 2,60 para productos de primera necesidad, y 4,30 para el resto de los productos.
El salario mínimo en el país es de 1.223,89 bolívares y el gobierno regula el precio de los alimentos más básicos.
Desde el palacio presidencial de Miraflores, Chávez entregó la tarjeta a un grupo principalmente de empleados públicos, enfatizando que la nueva iniciativa está dirigida a «los más pobres».
Sin embargo, el mandatario negó que la «cédula del buen vivir» sea una medida para contrarrestar la elevada inflación, que ya acumula 19,9% en los primeros ocho meses de 2010.
«Â¿Qué tiene que ver la inflación a la que venimos domando y dominando (con la cédula)? Para mí la principal causa de la inflación es justamente la especulación capitalista», dijo Chávez.
El próximo domingo, 17,7 millones de venezolanos elegirán los 165 nuevos diputados de la Asamblea Nacional (Parlamento unicameral), que desde 2005 está dominada de forma aplastante por el oficialismo.