Las medidas económicas presentadas por el presidente venezolano Hugo Chávez para enfrentar la crisis mundial y el desplome de los precios petroleros, no incluyen aquellas que exigirían mayor sacrificio, con lo que su popularidad queda a salvo, coincidieron analistas.
«Las medidas no son profundas, no se ataca el problema de fondo de la economía y obviamente se afecta la capacidad de compra y de actividad del país», opinó el economista Luis Vicente León, director de la empresa encuestadora Datanálisis.
El plan «se enmarca dentro de lo que podríamos llamar un ajuste intermedio, que sólo es posible debido a que el gobierno tiene reservas internacionales y fondos que le permitirán financiar la parte más importante del déficit», explicó.
El presidente venezolano anunció el sábado un recorte de 6,7% en el presupuesto nacional, que para 2009 quedó en 72.738 millones de dólares.
Además, el gobierno recalculó el precio del barril de petróleo, que se sitúa en 40 dólares, frente a los de 60 estimados previamente en el presupuesto.
Los ingresos petroleros -principal fuente de divisas del país y que financian la mitad del presupuesto- rondaron los 95 mil millones de dólares en 2008, pero según expertos podrían caer a 55 mil millones de dólares este año.
Paralelamente, se aumentó de 9% a 13% el impuesto al valor agregado (IVA) y se decretó un incremento del salario mínimo del 20%, lo que lo ubicará en 446 dólares mensuales.
El presidente evitó cuestiones espinosas como una devaluación de la moneda, que se mantiene en 2,15 bolívares por dólar desde 2005, o un aumento de los precios de la gasolina, congelados desde hace trece años en 0,04 dólares por litro, pese a que días antes, él mismo consideró que el valor del combustible debía ser revisado.
El economista Alexander Guerrero recordó que «un programa económico es generalmente un acuerdo político con la oposición, los empresarios y los sindicatos, que se aprueba en el parlamento porque requiere de un esfuerzo colectivo de la sociedad».
«Eso no ocurre en Venezuela. El presidente, que controla el poder y las instituciones, no necesita de un pacto de ese tipo, e irá tomando otras medidas cuando haga falta (…). Ha tratado de diluir las acciones que conducen al sacrificio, en una movida muy habilidosa de cara al público», indicó.
Sin embargo, el ministro de Planificación, Jorge Giordani, precisó que el gobierno prepara nuevos anuncios en materia monetaria y cambiaria, entre los que se contempla una restricción a la asignación de divisas, bajo el sistema de control de cambios que rige desde 2003.
«Las divisas son escasas y por eso hay que determinar prioridades», dijo el ministro.
Para León, las medidas funcionarán sólo si el precio del petróleo, que actualmente ronda los 40 dólares por barril, se incrementa en los próximos doce meses.
«En ese caso, Chávez habría tenido el menor costo posible en medio de la crisis. Lamentablemente, ha desaprovechado una excelente oportunidad para ajustar la economía de fondo, para ocuparse de un tema complejo que podría durar años», dijo el experto.
Para Domingo Maza Zabala, ex directivo del Banco Central, con los anuncios «el gobierno trata de ganar tiempo para ver si el mercado internacional del petróleo evoluciona positivamente y el barril llega a 55 dólares, lo cual no es suficiente para aliviar los efectos de la crisis, pero permitirá un margen mayor de maniobra».
Por último, el diputado Orlando Castillo sostuvo que «los paquetes económicos están hechos para corregir los problemas del sistema capitalista» y en el proyecto del llamado «socialismo del siglo XXI», que promueve el gobierno de Chávez «estas medidas están destinadas a proteger el empleo».