La repatriación a su país hoy del piloto belga que transportó a niños de la frontera chadiano-sudanesa a Abeché (este de Chad), marca el fin de una serie de liberaciones en el caso del Arca de Zoé, y ahora sólo seis franceses de esta asociación siguen presos en Yamena.
Tras la repatriación del piloto belga, liberado el viernes, sólo seis miembros franceses del Arca de Zoé y cuatro responsables chadianos siguen encarcelados en Chad por el caso de esta asociación francesa que trató de llevar 103 niños a Francia.
El piloto belga Jacques Wilmart salió de Yamena a bordo un avion militar belga con servicios médicos.
Con unos 75 años, enfermo del corazón y hospitalizado el jueves por la noche a causa de un malestar debido al estrés y la fatiga, Jacques Wilmart había sido detenido el 28 de octubre en Yamena.
Wilmart era acusado por haber transportado una parte de los niños de la frontera chadiano-sudanesa a Abeché (este del Chad), desde donde el Arca de Zoé debía llevarlos a bordo de un Boeing 757 español con rumbo a Francia.
El belga fue liberado el viernes al mismo tiempo que los tres últimos miembros españoles de la tripulación del Boeing que seguían encarcelados. Estos últimos fueron repatriados el viernes por un avión del gobierno español.
Los protagonistas libres del caso siguen acusados, pero ahora sólo seis miembros franceses del Arca de Zoé y cuatro responsables chadianos de la localidad de Tiné (fronteriza del Sudán) –el sub prefecto, el alcalde, el secretario general de la alcaldía y un jefe de barrio– siguen encarcelados en Yamena de un total de 21 personas inicialmente detenidas.
El abogado de los tres primeros chadianos Jean-Bernard Padaré, presentó el viernes una petición de liberación para sus clientes.
Durante una confrontación, el responsable del Arca de Zoé, Eric Breteau, había exonerado a los tres españoles, al belga y a estos tres chadianos, al indicar que no tenían nada que ver con el caso.
La justicia chadiana debe examinar próximamente una demanda de recalificación de los hechos presentada por los abogados de los seis franceses.
Los franceses son acusados por «secuestro de menores con miras a comprometer su estado civil», y «estafa», crímenes que pueden ser castigados con penas de cinco a veinte años de trabajos forzados en Chad.
Pero sus abogados esperan que sean acusados de «secuestro y desviación de menores de 15 años sin fraude ni violencia», delito por el que sólo podrían ser condenados a penas de dos a cinco años de prisión.
Por otro lado, pese a la liberación de la tripulación española, la instrucción debería ser ampliada a la compañía aérea de charter española Girjet, cuyo Boeing 757, fletado por el Arca de Zoé, está inmovilizado en Abeché.
El juez de instrucción y el procurador general pidieron un alegato suplementario contra la compañía para saber si estaba al corriente o no de la realidad de la operación del Arca de Zoé.
La asociación afirmaba que quería efectuar una evacuación sanitaria de huérfanos del Darfur, una región del oeste sudanés limítrofe de Chad devastada por la guerra civil, lo que contradice una investigación de organizaciones internacionales.
La ampliación de la investigación podría prolongar su duración. «Tal como van las cosas, pienso que la información judicial no se va a cerrar rápidamente», comentó Padaré.
La liberación de tres españoles y del belga, luego de la de tres periodistas franceses y cuatro azafatas españolas que el presidente francés Nicolas Sarkozy fue a buscar en persona el 4 de noviembre a Yamena, provocó de nuevo la furia de los magistrados chadianos.