Aproximadamente 925 millones de personas en todo el mundo sufren de desnutrición, cerrar la brecha de género en la producción agrícola podría reducir esa cifra a entre 100 y 150 millones, según un estudio de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO).
De acuerdo con la información de la entidad de Naciones Unidas, en todo el mundo las mujeres sufren diversas limitaciones basadas en género, las cuales reducen su productividad y limitan su contribución en el crecimiento económico, así como al bienestar de sus familias.
El documento de la FAO cuantifica la brecha en el rendimiento agrícola entre hombres y mujeres, la cual asciende entre el 20 y el 30 por ciento, debido principalmente a las diferencias en el manejo de los recursos.
Según la información se ha reconocido en diversas ocasiones el importante papel de las mujeres en los esfuerzos para combatir la desertificación, por lo que la oficina de género de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza unió esfuerzos con la secretaría de la Convención de las Naciones Unidas para la Lucha contra la Desertificación (CNULD), con el objetivo de desarrollar un marco de políticas de género en el tema.
La importancia de la implementación de este marco es porque aunque el texto de la Convención explícitamente llama a reconocer la importancia de los esfuerzos de género para combatir la desertificación, hasta la fecha esto sigue siendo solo marginalmente reconocido.
Recientemente se realizó en Changwon, Corea del Sur, la décima conferencia de los estados parte de la CNULD (COP10), donde diversas organizaciones de mujeres denunciaron que aunque se habló sobre la importancia de las mujeres en la lucha contra el hambre y la desertificación, en el primer borrador de la iniciativa obviaron todo lo referente al género, situación que fue rechazada.
María Vicente, del Instituto de Promoción y Apoyo al Desarrollo, dijo a la agencia Inter Press Service (IPS) señaló que a pesar de que la Convención ha estado vigente desde 1997, no se puede ver un sustantivo trabajo con enfoque de género en el terreno.
Vicente dijo que las mujeres, especialmente en comunidades indígenas, tienen un conocimiento diferenciado sobre los recursos que podrían hacer significativas contribuciones a las políticas de combate a la desertificación, lo cual debe ser documentado antes de que se pierda para siempre.