La Premio Nobel de la Paz 1992, la indígena Rigoberta Menchú, quien buscará la presidencia en las elecciones generales de setiembre en Guatemala, no es una opción de poder, según el ex presidente democristiano Vinicio Cerezo (1986-1990).
Cerezo, quien estuvo en Costa Rica el fin de semana, dijo al diario La Nación que la participación de Menchú en la contienda electoral es importante porque «rompe paradigmas de caracter racista».
«Sin embargo, por la primera vez que participa una dirigente indígena, además mujer, no creo que tenga demasiadas posibilidades de un triunfo electoral», señaló Cerezo.
Cerezo dijo que uno de los principales problemas que enfrenta Guatemala, que entre 1960 y 1996 vivió una guerra civil, es el de la concentración de riqueza.
«El dilema es el alto grado de riqueza en pocas manos, lo que se mezcla con nuestra cultura de violencia y detona la violencia social», señaló el ex presidente.
Cerezo, de 64 años, dijo que si se lo propusiera podría volver a la presidencia de Guatemala, pero que por ahora «no es mi objetivo fundamental (…) Puedo ayudar sin estar vinculado a la presidencia».