Centroamérica busca top model


Deseo. Unas jóvenes centroamericanas aspiran a pasar del Istmo a las pasarelas de Europa.

Doce jóvenes centroamericanas con las medidas casi perfectas, mucha ilusión y alguna que otra experiencia en el mundo de la moda y la publicidad, aspiran a suceder en las pasarelas a ’top models’ como Gisele Bí¼ndchen, Naomi Campbell o Heidi Klum.


Son jóvenes de Costa Rica, Honduras, El Salvador, Guatemala, Nicaragua y Panamá -dos por cada paí­s- se juegan un lugar al sol de este glamoroso mundo, en la ’Operación Triunfo’ de la moda que desde el fin de semana se realiza en San José.

Para ello pasarán 17 dí­as de ’encierro’ en un antiguo caserón de una condesa europea, a una veintena de km de San José, rodeada de altí­simos cipreses, donde dí­a a dí­a se graba uno de los 13 capí­tulos que serán emitidos en las cadenas de televisión de la región a partir de octubre.

Al igual que en los ’reality shows’ de este tipo, un jurado internacional ’condena’ a dos aspirantes a la puerta de salida del programa, de las que una queda eliminada y la otra logrará permanecer, hasta conseguir una vencedora que será objeto de promoción para llevar a cabo sus aspiraciones de modelo en las pasarelas del mundo.

Con este concurso, los organizadores, un grupo de jóvenes venezolanos en su mayorí­a, quieren «profesionalizar a la modelo centroamericana», que salvo algunas excepciones, no ha cruzado las fronteras de la región en este competitivo mundo, en el que sólo un puñado de beldades destaca.

Dieciocho cámaras ’observan’ cada uno de sus movimientos a lo largo de unas intensas jornadas de formación y pruebas que se inician a las 4 de la mañana y van desde los desfiles de modelos, pasando por sesiones de fotos o grabación de spots publicitarios en lugares tan exóticos como en una catarata haciendo ’rapel’, y donde en todo momento la sorprendida es la protagonista.

«Todo es sorpresa, no se sabe nada, de un segundo a otro te hacen hacer cosas que uno no se espera», explica la hondureña Mariel Lagos.

La vida de una top model no es sólo glamour, limusinas -que también hay en el programa- ropa de grandes firmas de la costura y focos y flashes, recuerdan los promotores, cuyo proyecto costará unos 100.000 dólares.

«Es una vida dura, de sacrificios, lejos de la familia, muchas barreras que enfrentar para llevar al éxito su carrera», dice a la AFP Diego Dí­az, jefe de producción.

La palabra clave en este mundo tan competitivo es «actitud», explica a la AFP Luigi Ratino, un productor de moda venezolano y uno de los promotores de Centroamérica Moda, una experiencia que se realiza desde el año pasado en El Salvador para promover a los talentos de la región.

Y actitud significa «jugar más con los ojos, con la mirada, con el cuerpo», a lo que se suman grandes dosis de «convicción y seguridad» y sacar «ese veneno» del cuerpo que sólo las grandes tienen, agrega Ratino.

Para Nadine Maxwel, una de las dos costarricenses del grupo, el modelaje «es elegancia, belleza tanto fí­sica como interior e inteligencia».

Su compañera de grupo nicaragí¼ense, Iris Vega, también le agrega a estos valores, la «fotogenia, la presencia en la pasarela y la solidaridad».

«Es divertido, es un reto», resume la guatemalteca Graciela Montenegro, otra de las participantes en esta experiencia, la primera en la región, que pretende «abrir una brecha» en el sector y «profesionalizar el modelaje», según los promotores.