El pasado 12 de abril, se cumplió el centenario del nacimiento de la escritora guatemalteca Margarita Leal Rubio, quien durante varias décadas del siglo XX destacó por la originalidad de su poesía, particularmente de sus epigramas y por su presencia como declamadora en escenarios de Guatemala y México.
Fue una mujer increíblemente luchadora e incomprendida por una sociedad tradicionalista y ajena a pronunciamientos de vanguardia. De esa cuenta comenzó a escribir y a aparecer como declamadora en TGX y T.G.W de Guatemala, con el pseudónimo de Griselda Montes de Oca, y firmando anagramas como Marta Ligera, y Mario Bitullareaga.
Como declamadora se presentó en el Conservatorio de Guatemala, los Teatros Lux y Capitol, y diversas salas de Guatemala, así como el Palacio de Bellas Artes de México y otros espacios, de ese país; en donde también trabajó en “Cinema Reporter“, entrevistando personajes como los hermanos Soler, Sara García y otros.
Estudió canto en la Academia de Ely Paniagua, El círculo artístico y bohemio de su época fue el refugio para sus inquietudes. Su trabajo fue reconocido por personajes como Miguel Ángel Asturias, Alberto Velásquez, Angelina Acuña, David Vela, Rafael Arévalo Martínez, Francisco Méndez, Antonio Morales Nadler, Joaquín Méndez, Miguel Marsicovetere y Durán, Carlos Wyld Ospina, Humberto Hernández Cobos, Cesar Brañas, Malin D`Echevers, Magdalena Spínola, Claudia Lars.
De su obra escrita queda “La Cotorrona”, y su “Antología Poética”, reunida ésta última en 1990. Otra faceta literaria, y prácticamente desconocida, es un conjunto de 128 adivinanzas en verso.
Rafael Arévalo Martínez escribió, refiriéndose a los primeros versos de Margarita Leal Rubio: “…obras ejemplares, magníficas, las que me traía aquella muchacha. La forma clásica, el fondo interesantísimo. ¡Con qué pureza quedaba al descubierto un alma femenina en la que tiene de más propio y noble!”.
Humberto Hernández Cobos, a su vez, señalaba en un artículo del diario El Imparcial: “El verso de oscuro sortilegio, esplende, llamea, quema; porque es su fuego interior el que lo celebra e ilumina, con ese alto júbilo de pirotecnia celeste; porque es una llama de su pentecostés, la que bajo la firma del poeta, traza la elegante rúbrica de su espiritualidad”
David Vela dice en otro artículo, “Griselda y Margarita en su recíproco espejo”; “- Muy pocos, ni siquiera los historiadores y críticos de nuestra literatura, han visto las dos imágenes: la de Griselda Montes de Oca, que es la reflejada en el espejo, y Margarita Leal Rubio, en carne y hueso, deslumbrante pero oculta por el mismo resplandecer que les presta a la imagen del espejo“.
Hija de José Miguel Leal Asturias y de Elisa Rubio Zirión, casó con el escritor y académico Manuel José Arce y Valladares, de cuyo matrimonio nació el poeta, dramaturgo y periodista Manuel José Arce Leal. También hija de Margarita Leal Rubio, y el David Vela, es la coreógrafa, maestra, directora de danza y administradora cultural Julia Elisa Vela Leal. Ambos han hecho un importante aporte al desarrollo artístico de Guatemala.
Margarita Leal murió en la ciudad de Guatemala el 23 de agosto del 2004.